08/02/2018

Tucumán

El ex subjefe de Policía acusó a su jefe de encubridor en el caso Lebbos

Él no sabía de las maniobras de encubrimiento que realizaban los uniformados y acusó al ex titular de la fuerza, Hugo Sánchez, de haber sido quien ascendió al encubridor Enrique García

El ex subjefe de Policía Nicolás Barrera justificó hoy su accionar antes, durante y después del hallazgo del cuerpo de Paulina Lebbos, remarcando su inocencia en la maniobra de encubrimiento de las que participaron policías ya condenados. Además, disparó contra su entonces superior en la fuerza, el ex jefe de Policía Hugo Sánchez (también imputado), por haber ascendido al comisario que falsificó pruebas en la causa.

Durante un cuarto intermedio en el juicio que comenzó ayer por el asesinato de la joven, Barrera (imputado por encubrimiento agravado del crimen) aseguró en diálogo con la prensa que no cometió ningún delito y que tampoco amparó a policías encubridores. Indicó que él desconocía que el 11 de marzo de 2016, cuando apareció el cuerpo de Paulina a la vera de la ruta 341, intervino la comisaría equivocada. Ocurre que el cadáver se encontró en la jurisdicción de la comisaría de Vipos, pero las actuaciones fueron realizadas por la de Raco. Fue justamente su comisario, Enrique García y dos uniformados de esa dependencia (hoy condenados) quienes falsificaron las actas del hallazgo, mintiendo que el cadáver había sido hallado en un rastrillaje, cuando en realidad lo habían encontrado dos lugareños de apellido Goitea.

“Yo recién al otro día tomé conocimiento de que no se trataba de la comisaría de Raco. Nunca García ni nadie a mí me dijo. Hoy, actualmente si usted le pregunta a cualquier jefe sobre los límites jurisdiccionales no le va a saber apreciar porque hay jurisdicciones que se definen por un río, un mojón, una ruta o un camino vecinal”, explicó a los periodistas.

“García dijo que, cuando yo me estaba retirando y ya se había retirado el fiscal le di la orden de que él se atribuyera el hallazgo. Es una cuestión de locos”, agregó Barrera.

Tras el hecho, García fue detenido por Gendarmería al detectarse lo que había hecho. Comenzó a declarar, pero, en un cuarto intermedio, recibió una visita de Barrera (que llegó acompañado de quien luego sería jefe de Policía, Dante Bustamante). Tras esa reunión, García se negó a seguir declarando, recuperó la libertad, mantuvo silencio durante siete años y fue ascendido. En 2013 fue condenado por encubrimiento y hoy pasa sus días en el penal de Villa Urquiza.

¿Es posible que, siendo la segunda autoridad de la Policía, Barrera no haya sabido lo que ocurría? ¿Por qué García, lejos de ser separado, fue ascendido? El imputado respondió a estas preguntas que le formularon los periodistas. “Nunca tuvimos acceso a las actuaciones que hizo el fiscal. Jamás en la Policía estuvieron las diligencias e investigaciones del fiscal”, dijo. “Acá hubo una falta de impulso procesal”, agregó. Y señaló que no fue él sino el jefe de Policía, el hoy imputado Hugo Sánchez, quien lo ascendió.

“No tengo que hacer ninguna autocrítica de mi trabajo”, concluyó.




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