20/12/2017

El mundo

Según Estados Unidos, Facebook detuvo ataques cibernéticos norcoreanos

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Bossert, afirmó que "Facebook eliminó cuentas y detuvo la ejecución operativa de ataques informáticos en curso y Microsoft actuó para corregir ataques existentes".

Tom Bossert, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, lanzó el martes una incriminación contra Corea del Norte por ataques cibernéticos. Según el funcionario "Facebook eliminó cuentas y detuvo la ejecución operativa de ataques informáticos en curso y Microsoft actuó para corregir ataques existentes, no solo el ataque WannaCry".

Ya durante el mayo pasado, Estados Unidos culpaba a Pyongyang por un ataque informático que paralizó hospitales, bancos y otras empresas.

En una conferencia de prensa en la Casa Blanca Bossert aseguró Pyongyang era responsable del ataque informático WannaCry que infectó a cientos de miles de computadores en más de 150 países y sostuvo que Estados Unidos tiene evidencia clara de que Corea del Norte fue responsable, aunque no dio a conocer ninguna prueba.

Por su parte, un portavoz de Facebook confirmó que la empresa borró la semana pasada cuentas asociadas con una entidad de pirateo informático vinculada a Corea del Norte conocida como Lazarus Group. Según explicaron desde la red social, las cuentas eran mayormente perfiles personales operados como cuentas falsas usadas para construir relaciones con posibles blancos.

Según Bossert, otros países, como Japón, Australia, Nueva Zelanda y Canadá también están de acuerdo con la conclusión de Estados Unidos de que Corea del Norte es responsable de estos ataques. Además, investigadores de seguridad y funcionarios estadounidenses creen que Lazarus fue el responsable del ataque informático contra Sony Pictures Entertainment en 2014 que destruyó archivos, filtró comunicaciones corporativas en la red y provocó el despido de varios altos ejecutivos.

Desde Corea del Norte niegan rotundamente ser responsables del ataque WannaCry y califican las afirmaciones de los funcionarios norteamericanos como parte de una campaña de difamación.





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