14/08/2023

Sucesos

Policiales

Pidieron nuevamente la prisión perpetua para los policías acusados por el crimen de Facundo Ferreira

“Conociendo los alcances, persiguieron a los niños y al cometer el hecho utilizaron elementos altamente letales y de peligrosidad con los que debían haber resguardado la seguridad de las personas”, sostuvo la fiscal de Cámara, Estela Giffoniello, en su alegato de cierre. Mañana martes será la decisión del Tribunal.

Este lunes, 14 de agosto, la fiscal de Cámara, Estela Giffoniello, en representación del Ministerio Público Fiscal hizo su alegato de cierre y solicitó al tribunal (compuesto por Patricio Agustín Prado - ejerció la presidencia -, Alicia Freidenberg y Stella Maris Arce -conectada por Zoom-) la pena de prisión perpetua contra los policías, Mauro Gabriel Díaz Cáceres y Nicolás Javier González Montes de Oca, por el delito de homicidio agravado por el ejercicio abusivo de la función de miembros de la fuerza de seguridad, en calidad de coautores. “No explicaron por qué actuaron de esa manera excesiva (no está demostrado el motivo de la persecución).

Tenían estado policial (no interesa si eran transitorios). Podrían haber disparado al piso pero fueron disparos direccionados. Primero dijeron que hubo un accidente de tránsito”, fueron algunas de las afirmaciones esgrimidas por Giffoniello, quien previamente exhibió al tribunal un plano sobre los disparos que realizaron los efectivos. 

A continuación, la Fiscal señaló entre las pruebas tres audios. “Primero identificaron el herido, después el tiroteo y finalmente llaman a la ambulancia. La operadora dijo que nunca pidieron apoyo. Llevaban ventaja contra los menores. Al declarar aquí (Montes de Oca) dijo que no tenía problemas de adicciones y que ese día le dolía la cabeza y que una persona le dio cocaína y marihuana. Desde el Centro de Monitoreo se dijo que recibieron un llamado donde se notaba una voz exaltada y confusa ('Tengo un sujeto aquí, tiroteo, tiroteo, tiro en la cabeza')”, indicó la Fiscal, asimismo mencionó las condiciones personales de Montes de Oca (fue condenado por hurto en grado de tentativa en otro legajo).

Finalmente, Giffoniello pidió que se mantenga la prisión preventiva para los acusados hasta que quede firme la sentencia. 

"De todos los informes surge la agresión de la policía, sin motivo alguno, con la que mataron al niño (Facundo Ferreira) que se encontraba a muy corta distancia (a media cuadra), por lo que considero se los debe condenar como coautores responsables del delito de homicidio agravado por el ejercicio abusivo de la función de miembros de la fuerza de seguridad y pido la pena de prisión perpetua y que se mantenga la prisión preventiva para los imputados (por ejecutar produciendo un daño irreparable). Conociendo los alcances, los persiguieron a los niños y al cometer el hecho utilizaron elementos altamente letales y de peligrosidad con los que debían haber resguardado la seguridad de las personas”, concluyó la Fiscal.

El hecho

Según la teoría del caso, el 8 de marzo de 2018, a las 01:24 horas aproximadamente, en ocasión que Díaz Cáceres se desplazaba en una moto policial que era conducida por González Montes de Oca (ambos con prestación de servicios en la División Motoristas del Sistema de Emergencias 911 cumpliendo funciones de prevención en la jurisdicción de la Comisaría XI), sin ajustar su comportamiento a la normativa que regula su actuación policial y sin haber recibido una previa noticia criminis sin razón ni motivo que los justifique, y previo acuerdo de voluntades y división de tareas, cruzaron la platabanda y emprendieron la persecución en contramano por avenida Benjamín Aráoz hacia el cardinal oeste de un motovehículo (de baja cilindrada) conducido por un menor de edad de 14 años quien llevaba como acompañante al menor de 12 años de edad (Facundo Ferreira). 

Generando una clara situación de indefensión y aprovechándose de la misma, y sin dar la voz de alto policía ni modular vía handy pedido de ayuda a las otras unidades policiales, y sin mediar hasta el momento agresión armada alguna en su contra que explique la necesidad racional del actuar del modo en que lo hicieron, fue que Díaz Cáceres efectuó disparos (con su escopeta reglamentaria) en dirección a los menores, con proyectiles de posta de goma que impactaron en el tórax, brazos y codo derecho y rodilla de Ferreira.

Inmediatamente después, Díaz Cáceres injustificadamente y con claras intenciones de provocar la muerte de los ocupantes del motovehículo, procedió a realizar numerosos disparos con su arma de fuego reglamentaria (una pistola nueve milímetros) en tanto que González Montes de Oca, quien se encontraba bajo los efectos de los estupefacientes (presencia de cocaína y marihuana), en idéntico contexto con la misma intención efectuó tres tiros con su arma reglamentaria (una pistola nueve milímetros). 

Tras los disparos perpetrados por los policías, el menor de 14 años, habría respondido la agresión (el demotest de pólvora le dio negativo). Mientras continuaba la persecución, Díaz Cáceres ejecutó varios disparos contra los menores, quienes buscaron a bordo del motovehículo protección al lado de un contenedor ubicado en avenida Nicolás Avellaneda hacia el cardinal Norte pasando la calle República de Francia, siendo uno de ellos realizados intencionalmente por la espalda en dirección a la cabeza de Ferreira el cual ingresó por la región occipital del lado derecho. 

Esas heridas le ocasionaron a la víctima un traumatismo encéfalo craneano que determinó posteriormente su muerte en el hospital Padilla. 

Asimismo, a los acusados se les reprocha no haber adoptado las medidas dispuestas por el protocolo de actuación de personal policial en la intervención de delitos dispuesto por el Ministerio Público y la normativa policial en la preservación de lugar, alterando además las pruebas y la escena del hecho con el fin de obstaculizar la presente investigación. 

Además de no haber tomado las prevenciones para el traslado inmediato del menor Ferreira, quien se encontraba con vida, hacia el nosocomio más cercano al lugar del hecho, demorando la atención y no haber comunicado a la llegada del personal el Sistema de Emergencias 107, impidiendo el abordaje inmediato conforme la naturaleza de las heridas (dijeron que se trataba de un accidente de tránsito donde ingresó con el apellido de Burgos y la edad de 18 años posteriormente).




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