Sucesos
Detuvieron al sospechoso de matar a Nadia Arrieta en Villa Tesei
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La policía le secuestró diversos elementos pertenecientes a la víctima.
Néstor Montiel, el acusado por el crimen de la comerciante Nadia Arrieta, fue detenido hoy en la localidad bonaerense de Sarandí, donde iba a encontrarse con su actual pareja. El abusador había sido condenado a 18 años de prisión en 2004 pero gozaba del régimen de salidas transitorias.
El prófugo era intensamente buscado desde el jueves, cuando el cuerpo de la joven de 31 años apareció degollado en el negocio donde trabajaba con su mamá en Villa Tesei. Cuatro huellas dactilares en la escena del crimen -el local ubicado en General Pedro Díaz al 596, esquina Gluck, en el oeste del conurbano- y la grabación de una cámara de seguridad lo ubicaron como el principal sospechoso.
Horas antes de su detención, la policía hizo una serie de allanamientos en la zona sur que terminó ayer domingo en una peluquería de Banfield donde se desempeñaba como empleado. Sin embargo, Montiel logró escapar unos minutos antes de que llegara la policía por el fondo del local.
Durante los procedimientos la policía secuestró una mochila que en su interior tenía un cuchillo, guantes de látex, bolsas con precintos y un llavero de la víctima, así como también una bolsa de color azul con productos del negocio que atendía la joven asesinada.
Tras ser presentado ante la justicia el acusado se negó a declarar. Sin embargo, el fiscal de la causa ya lo imputó por "homicidio agravado por femicidio". El acusado ya tenía una condena a 18 años de prisión por abuso sexual, dictada en 2004, pero gozaba del beneficio de las salidas transitorias.
La pieza fundamental para su detención fue su celular. Arrieta había anotado su número en un papel como "Maxi", que es su segundo nombre, después de una compra. Desde el jueves, la policía intervino el aparato para seguirlo, hasta que detectaron el momento en el que arregló el encuentro con su novia.
La víctima fue encontrada el jueves pasado semidesnuda, con las manos atadas detrás de la espalda, con la boca tapada con cinta de embalar y un corte en el cuello. El cuerpo estaba tirado alrededor de un charco de sangre de su propio negocio, en donde vendía regalos personalizados. (TN.com.ar)
