19/07/2023

Sucesos

Policiales

La desgarradora declaración de la madre de Fernando Báez Sosa en el aniversario de su trágica partida

A 42 meses del fatídico asesinato de Fernando su madre conmovió las redes con emotivo mensaje de recuerdo.

En la madrugada del 18 de enero de 2020, a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell, un grupo de ocho rugbiers asesinó brutalmente a Fernando Báez Sosa. Este martes, se cumplieron 42 meses desde su partida, y su mamá, Graciela Sosa, lo recordó con un sentido mensaje en las redes sociales. 

"Hoy 18 de julio. 42 meses sin Fernando. Siempre vivirás en nuestro corazón. Descansa en paz, hijo mío", escribió Graciela Sosa en su cuenta de Instagram. También compartió una foto de su hijo Fernando junto a una bandera negra con el siguiente mensaje: "Justicia por Fernando. Justicia es perpetua. No falleció, lo mataron. No hubo pelea, lo emboscaron. No fue una desgracia, fue un crimen".

En la actualidad, los condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa continúan en el pabellón 6 del Área de Admisión de la Alcaidía III del complejo carcelario, ubicado a 20 kilómetros del centro de La Plata. 

Por motivos de seguridad, permanecen aislados del resto de los presos. A pesar de las especulaciones de un posible traslado a otras cárceles, hasta ahora no se ha producido ningún cambio en su ubicación. Los condenados reciben visitas cada semana, a pesar de que sus familiares deben hacer un viaje de 2 horas y media para llegar hasta ellos. 

Se permite que hasta cuatro personas los visiten a cada uno. Uno de los condenados ha solicitado que se autorice la visita de una joven que, se cree, es su pareja. El abogado defensor de los condenados no ha pedido que se los traslade a otro lugar de reclusión. La posibilidad de traslado se consideró para favorecer la contención familiar, dado que viajar desde Zárate a Romero demora en promedio dos horas y media.

En el penal de Melchor Romero, los jóvenes comparten dos celulares sin acceso a redes sociales, pero pueden enviar mensajes de texto. Además, reciben asistencia psicológica al igual que otros internos. Sin embargo, la información sobre su tratamiento y estado de salud mental se mantiene bajo secreto profesional.




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