05/01/2021

Sucesos

SIN DISTANCIAMIENTO SOCIAL

VIDEO: Desbarataron una fiesta clandestina que duró tres días en “La Playa de los Hippies”

Fueron los vecinos los que "cortaron" la fiesta clandestina, con la policía y los "guarda ambiente".

A tan sólo 10 kilómetros de Carlos Paz, sobre la ruta 14 que lleva hasta la ciudad de Mina Clavero en el valle de Traslasierra, se encuentra la comuna de Cuesta Blanca.
Allí, el fin de semana, los vecinos se “hartaron” de denunciar a la Policía que se estaba llevando a cabo una fiesta clandestina, con al menos 100 personas.
El lugar, elegido para vivir por muchos amantes de la ecología y la vida tranquila, tiene como norma comunal que los ruidos no pueden superar los 50 decibeles. “Se intenta mantener así el lugar como un sitio de descanso y paz”, señaló una de las vecinas.
En medio de esa tranquilidad, el viernes 1 de enero por la noche, los habitantes de la zona comenzaron a alertarse de los fuertes sonidos que llegaban de la zona conocida como “La Playa de los Hippies”.
El lugar, es una playa paradisíaca sobre el río San Antonio, adonde se accede solamente mediante una caminata de algo más de una hora por el monte. Allí, un centenar de jóvenes, con bandejas de DJ, tragos, un generador y hasta identificación con pulseritas, se habían instalado para realizar una fiesta clandestina.
“Empezaron el viernes por la noche, y con algunas interrupciones, la fiesta recién terminó el domingo a la noche cuando fuimos con la policía. La estaban publicitando hasta el lunes”, comentó Ana Cingolani, vecina de la zona y guarda ambiente voluntaria del sector.
Según contaron los vecinos, los organizadores de la fiesta no tenían permiso de los dueños del campo para realizar la fiesta. “La encargada fue una de las primeras que hizo la denuncia”, aseguró Ana.
Además de no cumplir con ningún protocolo especial por el COVID-19, la fiesta se realizó dentro de una reserva provincial donde el uso del suelo tiene sus reglas especiales: “Es un lugar que ya está pedido para que se declare refugio de vida silvestre.  Entre todos los vecinos ya manejamos ese lugar como una reserva natural”, explicó la guarda ambiente.
Para los vecinos, más allá de los ruidos molestos, no se respetaron las medidas contra el contagio del COVID-19 “Lo cual ahora es delito”, expresaron, como así también se infringieron varias leyes ambientales: “El lugar no es un lugar para hacer una fiesta. Desmontaron, cortaron árboles nativos. Prendieron fuego en cualquier lugar. Un desastre” expresaron en el comunicado.
Una de las organizadoras del evento, quien se identificó como Ema, dialogó con un medio local de Córdoba en el que negó que la fiesta haya durado 3 días: “La idea nunca fue hacer una fiesta clandestina sino juntarnos todo el grupo de amigos, que sí somos casi 100 personas, al aire libre y hacer un acampe y poner música”, manifestó

A tan sólo 10 kilómetros de Carlos Paz, Córdoba, sobre la ruta 14 que lleva hasta la ciudad de Mina Clavero en el valle de Traslasierra, se encuentra la comuna de Cuesta Blanca.

Allí, el fin de semana, los vecinos se “hartaron” de denunciar a la Policía que se estaba llevando a cabo una fiesta clandestina, con al menos 100 personas.

El lugar, elegido para vivir por muchos amantes de la ecología y la vida tranquila, tiene como norma comunal que los ruidos no pueden superar los 50 decibeles. “Se intenta mantener así el lugar como un sitio de descanso y paz”, señaló una de las vecinas cordobesas.

En medio de esa tranquilidad, el viernes 1 de enero por la noche, los habitantes de la zona comenzaron a alertarse de los fuertes sonidos que llegaban de la zona conocida como “La Playa de los Hippies”.

El lugar, es una playa paradisíaca sobre el río San Antonio, adonde se accede solamente mediante una caminata de algo más de una hora por el monte. Allí, un centenar de jóvenes, con bandejas de DJ, tragos, un generador y hasta identificación con pulseritas, se habían instalado para realizar una fiesta clandestina.

“Empezaron el viernes por la noche, y con algunas interrupciones, la fiesta recién terminó el domingo a la noche cuando fuimos con la policía. La estaban publicitando hasta el lunes”, comentó Ana Cingolani, vecina de la zona y guarda ambiente voluntaria del sector.

Según contaron los vecinos, los organizadores de la fiesta no tenían permiso de los dueños del campo para realizar la fiesta. “La encargada fue una de las primeras que hizo la denuncia”, aseguró Ana.

Además de no cumplir con ningún protocolo especial por el COVID-19, la fiesta se realizó dentro de una reserva provincial donde el uso del suelo tiene sus reglas especiales: “Es un lugar que ya está pedido para que se declare refugio de vida silvestre.  Entre todos los vecinos ya manejamos ese lugar como una reserva natural”, explicó la guarda ambiente.

Para los vecinos, más allá de los ruidos molestos, no se respetaron las medidas contra el contagio del COVID-19 “Lo cual ahora es delito”, expresaron, como así también se infringieron varias leyes ambientales: “El lugar no es un lugar para hacer una fiesta. Desmontaron, cortaron árboles nativos. Prendieron fuego en cualquier lugar. Un desastre” expresaron en el comunicado.

Una de las organizadoras del evento, quien se identificó como Ema, dialogó con un medio local de Córdoba en el que negó que la fiesta haya durado 3 días: “La idea nunca fue hacer una fiesta clandestina sino juntarnos todo el grupo de amigos, que sí somos casi 100 personas, al aire libre y hacer un acampe y poner música”, manifestó.


Fuente: Infobae




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