05/05/2016

Argentina

Drogas de diseño: en Sedronar aseguran que tras la tragedia de Costa Salguero se derribó el mito

La muerte de cinco jóvenes en la fiesta de electrónica Time Warp terminó con la idea de que sólo generan placer y felicidad, lo que originó el incremento de su consumo entre adolescentes.
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Los dealers que ofrecían la drogas le aseguraban a los jóvenes "diversión plena", y que "no les iba a pasar nada" ya que se trataba "de la droga de moda".

Las autoridades del Sedronar aseguran que tras la trágica muerte de cinco jóvenes ocurrida en Costa Salguero, durante una fiesta de electrónica conocida como Time Warp, se derribó el mito en torno a las drogas de diseño que van desde su aparente inocuidad a que sólo generan placer y felicidad, lo que originó el incremento de su consumo entre adolescentes.

La peligrosa anfetamina MDMA, conocida como éxtasis, o la PMMA, vendida en la fiesta electrónica con términos tan variados como "Superman" o "Bob Esponja", "cortada con sustancias aparentemente inocuas generan una reacción química que pueden derivar en hipertensión cardíaca, convulsiones o fallas renales", dijo Véronica Brasesco, directora del Observatorio de Drogas de la Sedronar.

"Eso provoca este tipo de drogas, te diseñan el estado de ánimo, siempre a una anfetamina, cuyo uso frecuente es muy peligrosa, se la corta con otra droga que es la que va a determinar su característica, como puede ser una mayor estimulación física, calor emocional o empatía hacia los demás", refirió Brasesco.

Los dealers que ofrecían la drogas ni bien se ingresaba a la fiesta aseguraban a los jóvenes "diversión plena" según testimonios que recabó la Justicia y que "no les iba a pasar nada" ya que se trataba "de la droga de moda".

"El que consume estas sustancias, asociadas a la música electrónica, no toman conciencia de los indicios de su propio cuerpo, no siente cansancio, ni hambre, ni sed, ni sensación de acaloramiento, los músculos se tensan de tal manera que hay que estar todo el tiempo en movimiento", dijo la directora del Observatorio.

Por eso, Brasesco puntualizó que "no es que el consumo específico de estas sustancias generen la necesidad de hidratarse, sino que el movimiento constante genera hipertermia", que es el aumento de la temperatura del cuerpo por encima de lo normal.

De acuerdo a los datos de la Sedronar el consumo de las drogas de diseño en los jóvenes se incrementó del 2 al 6% desde el año 2000 y que su lugar de incidencia son los grandes centros urbanos, especialmente en clubes nocturnos donde asisten jóvenes de clases medias y altas.

"El consumo está asociado a la música electrónica y, a través de la llamada electrocumbia, vemos que las pastillas están ingresando también a las clases más bajas", dijo Brasesco.

Roberto Canay, subsecretario de prevención y asistencia de las drogadicciones, destacó que "no hubo en los últimos años acciones concretas contra las drogas de diseño" y detalló que "la semana que viene trabajaremos con las provincias el Plan Nacional de Reducción de la Demanda, que consiste en tareas de prevención y concientización con las familias y en espacios educativos, donde incorporaremos a las drogas de diseño".

"Generar conciencia sobre los riesgos y estimular conductas de cuidado, fortalecer los diálogos intrafamiliares y tener espacios y tiempo para estar con ellos, son las mejores recomendaciones de prevención", dijo Canay.

El funcionario precisó que entre los estudiantes secundarios la prevalencia de esta droga se incrementó en un 7% y su consumo genera daños graves en el organismo especialmente si uno tiene una patología previa por lo que una sobredosis causa hipertermia, daños cardíacos o cerebrales.

"La pastilla en sí es una sustancia de bajos niveles de riesgo, pero en su componente aparecen elementos nocivos", dijo Canay y destacó que en las raves y las fiestas electrónicas ya han producido muertes en Chile, Ibiza, Londres y otros países europeos.

Brasesco apuntó que el consumo de estas pastillas "se da en forma igual en varones que en mujeres, a diferencia de otras drogas, y aseguró que la edad promedio de inicio es a los 15 años y que a los 16 ó 17 se registran las primeras internaciones por su consumo.

Un estudio sobre Nocturnidad y Consumo de drogas sintéticas efectuado en el año 2010 por el gobierno de la Ciudad asegura que en términos generales "existe percepción de riesgos en los jóvenes asociados a estas drogas, pero en la práctica quedan supeditados en pos de transitar por la experiencia de bienestar y placer".

En uno de los testimonios, uno de los jóvenes asegura que el consumo de drogas de diseño "es muy engañoso y uno se engaña a uno mismo, sabés lo que estás haciendo, pero disfrutás tanto que no te importa lo que se viene".



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