31/08/2023

Argentina

Energía

Talentos argentinos: éxito en la rápida reparación de Atucha II

Solucionan en 10 meses el problema mecánico que paralizó planta.

Tras un período de diez meses sin aportar energía al sistema, la Central Nuclear Atucha II ha sido exitosamente reactivada. Este logro ha sido posible gracias a la destacada competencia técnica del sector nuclear argentino, así como a la efectiva colaboración con la industria nacional. Esta colaboración permitió resolver el inconveniente en un plazo mucho más breve de lo originalmente estimado por los diseñadores.

"Una vez más, nuestro sector nuclear está forjando la historia. Lograr esta reparación, que en un principio parecía imposible, representa un hito histórico para Argentina. En un momento en el cual la transición energética resalta la importancia de la energía nuclear en la agenda mundial, los científicos y las empresas argentinas están demostrando al mundo su capacidad innovadora. Están dejando en claro que Argentina está lista para enfrentar este desafío", afirmó Flavia Royon, ministra de Energía. 

Royon hizo estas declaraciones durante su participación junto a las autoridades de Nucleoeléctrica Argentina S. A. (NA-SA) en el acto de reactivación de la central, que tuvo lugar en el distrito bonaerense de Zárate.

Royon transmitió los saludos y felicitaciones del ministro Sergio Massa, quien lamentablemente no pudo asistir debido a compromisos de agenda. 

Además, recordó que "en el ámbito internacional nos decían que esta reparación llevaría al menos cuatro años y que sería necesario desmontar el reactor, con los costos y riesgos que esto implica, considerando que se trata de la maquinaria más grande en nuestro sistema. Sin embargo, logramos llevar a cabo este proceso en tan solo diez meses".

La secretaria explicó detalladamente: "Los gastos que habríamos tenido que afrontar si Atucha II hubiese permanecido inoperativa durante cuatro años habrían superado fácilmente los 1.000 millones de dólares. Por esta razón, es motivo de regocijo que Atucha II haya sido reparada en tiempo récord gracias al talento de los profesionales argentinos. No recurrimos a compañías extranjeras para buscar soluciones, sino que fueron nuestros propios científicos e ingenieros, en colaboración con la CNEA y las empresas asociadas al ámbito nuclear, incluyendo pequeñas y medianas empresas locales".

En otro segmento de su discurso, Royon resaltó la importancia primordial de mantener políticas públicas que fomenten el avance científico nacional. En sus palabras: "Mientras otros modelos proponen eliminar esto como política pública y dejar solo al sector privado a cargo, debemos entender que ningún país desarrollado prescinde de políticas públicas en investigación, desarrollo e innovación tecnológica. Y hoy, el reactor de Atucha vuelve a la actividad con su reparación lograda en tiempo récord, lo que demuestra la capacidad del sector nuclear cuando cuenta con una política pública que respalda una visión estratégica orientada hacia la innovación y el progreso tecnológico. Continuaremos manteniendo este enfoque hacia las políticas públicas".

Y concluyó expresando: "Rindo homenaje a los más de 3.000 empleados de la Central. Son un motivo de orgullo debido al compromiso y pasión que demuestran, al igual que todos los involucrados en el ámbito energético argentino. El entorno científico y tecnológico de Argentina se equipara a cualquier nación desarrollada. Argentina no solo dispone de los recursos naturales que el mundo demanda, sino que también posee un capital humano excepcional gracias a todos los trabajadores capacitados en el sector nuclear. Asimismo, exportaremos el desarrollo medicinal derivado de la energía nuclear".

En la misma línea, el presidente de Nucleoeléctrica Argentina, José Luis Antúnez, destacó: "Hemos efectuado un esfuerzo enorme, y lo que valoro aún más es que se trató de un esfuerzo colectivo, una labor conjunta entre NASA, la Secretaría de Energía, la Comisión Nacional de Energía Atómica y toda la cadena de suministro, especialmente las empresas del sector nuclear".

La parada de la planta se debió a un problema detectado en octubre de 2022, cuando, durante una inspección periódica, se identificó la separación de uno de los cuatro separadores internos del reactor. El defecto mecánico se hallaba en la parte inferior del reactor, en una zona ubicada a 14 metros de profundidad, considerada de difícil acceso. Ante esta situación, la solución de diseño sugería desmontar por completo el reactor, lo que habría mantenido a la central nuclear inoperativa durante cuatro años.

En respuesta a esta coyuntura, Nucleoeléctrica Argentina, en colaboración y con el respaldo de la Secretaría de Energía y la CNEA, optó por una estrategia alternativa sin precedentes a nivel mundial: diseñaron un plan de acción que implicaba una reparación remota a través de los orificios utilizados para cargar y descargar el combustible.

Diego Garde, el ingeniero encargado del proyecto de reparación, reflexionó: "Este desafío, que Nucleoeléctrica Argentina llevó a cabo junto con toda la industria nuclear argentina y las empresas participantes, demuestra nuestras capacidades como argentinos. Reparar un reactor nuclear prototipo a nivel mundial es un logro que ninguna otra empresa se hubiera atrevido a afrontar en el plazo que lo hicimos".

La elaboración de una estrategia propia y una logística específica para resolver el problema, junto con la ejecución de todo el proceso en un tiempo récord, resalta la habilidad de los científicos e ingenieros educados en universidades públicas y trabajando en las áreas del sector nuclear nacional.

Un equipo interdisciplinario de Nucleoeléctrica Argentina analizó y estudió el plan, y se pusieron inmediatamente a trabajar en una serie de fases para operar dentro del reactor.

Para llevar a cabo la reparación, se creó un conjunto de herramientas diseñadas para trabajar en las condiciones únicas del reactor y su falla

La planificación y construcción de estos materiales fueron realizadas por varios sectores de la empresa en colaboración con proveedores locales, un ejemplo concreto de cómo la ciencia argentina y la estructura tecnológica y productiva del país trabajan en sinergia.

La alternativa, liderada por el sector nuclear argentino con la asistencia de proveedores locales, evitó desmantelar el reactor y redujo el tiempo de reparación a diez meses. Debido a esta reducción de plazos, Argentina ahorró más de mil millones de dólares en costos de energía no suministrada. Además, el costo de la solución nacional fue veinte veces menor al que habría tenido la solución de diseño.

La reparación del problema en un tiempo récord permitió que la Central Nuclear Atucha II volviera a operar con total seguridad. Esto es el resultado del esfuerzo y la capacidad científico-técnica del complejo nuclear argentino, lo cual demuestra una exitosa colaboración con el sector privado en el desarrollo de una cadena de proveedores de alta calidad.

La solución implementada confirma la reputación internacional del sector nuclear argentino y lo establece una vez más como un exportador de alto valor en este campo. En la ceremonia de reactivación de la central estuvo presente Cecilia Garibotti, la subsecretaria de Planeamiento Energético, acompañada por directores nacionales de la subsecretaría de Energía Eléctrica, además de asesores de su área y de la subsecretaría de Coordinación Institucional de Energía.

También asistieron Adriana Serquis, presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica; las diputadas nacionales Micaela Moran y Agustina Propato; y Julio González, secretario general de la seccional Zárate de la UOCRA. Además, se unieron a ellos otras autoridades de Nucleoeléctrica Argentina y representantes de las pymes que participaron en la reparación del reactor.




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