Debate sin precedentes en la provincia: desentrañando la sedición policial de 2013

El juicio por sedición policial que comienza hoy marcará un hito en la historia de la provincia. Según confirmaron fuentes de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, nunca antes se había juzgado a tantas personas simultáneamente. Esto implica que el proceso tendrá particularidades notables. 

A continuación, destacamos algunos aspectos clave:

1- El lugar

A pedido del tribunal, la Corte Suprema de Justicia de la Nación realizó ajustes en la sala de mayor capacidad del quinto piso para acomodar a los 42 acusados, 14 defensores, personal judicial, el público en general (con la expectativa de que cada acusado tenga un acompañante) y los periodistas.

Se espera que haya al menos 100 personas presentes. Inicialmente se consideró la posibilidad de utilizar un teatro o un estadio cerrado, pero se optó por quedarse en los tribunales de la calle España debido a las posibles complicaciones logísticas. 

Las audiencias se llevarán a cabo los martes, miércoles y jueves, en principio, tanto por la mañana como por la tarde. La organización de este juicio sin precedentes requirió un esfuerzo significativo. 

Los empleados judiciales tuvieron que revisar la situación de todos los acusados y recopilar a los testigos. Dada la gran cantidad de información, se creó un grupo de WhatsApp para mantener a todos informados sobre las novedades del juicio, con la advertencia de que no se permiten bromas, según uno de los administradores.

2- Duración

Nadie se atreve a predecir con certeza la duración del juicio. Algunos sugieren que durará al menos cuatro meses, mientras que los más pesimistas creen que se extenderá hasta el próximo año. 

Además, se debe considerar el cierre de actividades que generalmente ocurre en los últimos meses del año, lo que podría crear apuros para cumplir con los compromisos. Un defensor reconoció: "Por más que nos hayan obligado a nombrar un codefensor para reemplazarnos, la agenda se nos complicará".

En el día de apertura, los jueces Gustavo Romagnoli, Luis Morales Lezica y Fabián Fradejas escucharán los argumentos presentados por los defensores de los acusados. Luego, cada uno de los 42 imputados proporcionará sus datos personales y, si lo desean, harán declaraciones. 

En caso de que opten por no declarar, los jueces solicitarán la lectura de las declaraciones realizadas durante la fase de instrucción. Se estima que esta etapa del juicio podría durar al menos dos semanas.

3- Todas las partes

Daniel Marranzino será el fiscal acusador, con el apoyo de los auxiliares Rafael Heredia Carreño y Gerardo Arch. La provincia actuará como parte querellante, representada por José María Molina y Santiago Xamena. 

Los defensores públicos serán los que más acusados representarán durante el juicio. Rosa Nosetti defenderá a 13 acusados, María Marta Contreras Cuenca a 17, Guillermo González a 1 y Hernán Molina a 1. 

Un operador judicial comentó: "Pueden atender a todos, ya que deben analizar todo el expediente y no solo una parte". Los abogados privados que participarán en el juicio incluyen a Arnoldo Ahumada, Ernesto Baaclini, Iván Bustos Cervera, José Palina, José Díaz, Julieta Jorrat, José Rasguido, Pablo Rivera, José Luis Cajal y Aurora Argañaraz, cada uno con un cliente.

4- Los testigos

Se espera que al menos 200 testigos declaren durante el juicio. Fuentes judiciales indicaron que, en promedio, cada testigo hablará durante una hora, lo que significa que las partes deberán escuchar más de 200 horas de testimonios.

Las fuentes judiciales expresaron la esperanza de que, con el tiempo, algunos testigos opten por no asistir a la sala. Entre los testigos se encuentran funcionarios del área de Seguridad de la época, como el ex ministro Jorge Gassenbauer, el ex secretario Paul Hofer (quien presentará su testimonio por escrito al ser juez de impugnación del Centro Judicial de Concepción), el ex subsecretario César Nieva y el ex fiscal de Estado Jorge Posse Ponessa, entre otros. 

Además, varios comerciantes y empresarios que fueron víctimas de saqueos durante los días 8 y 11 de diciembre de 2013 también están convocados, incluyendo a Gabriel Alperovich, hijo del ex gobernador.

5- Las pruebas

Se presentaron numerosas pruebas por parte de ambas partes. En una lista preparada por los colaboradores de la sala se enumeran 218 elementos, que incluyen informes policiales, evaluaciones psicológicas, grabaciones en video y fotografías, así como diversos tipos de certificados.

6- Los sobreseídos

En el requerimiento para llevar a juicio realizado por los fiscales Adriana Giannoni (quien ya se jubiló) y Diego López Ávila, se solicitó que 47 personas enfrentaran juicio. Sin embargo, de esta lista, cuatro individuos fueron sobreseídos debido a su fallecimiento. 

Estos individuos son Ángel Chaile y Miguel Ángel Toledo, considerados como los líderes de la sedición, y la causa que llega al juicio lleva el nombre del último mencionado. Además, antes de enfrentar juicio, Julio Acosta y Mario Hernández, señalados como partícipes, también fallecieron.

7- El prófugo

Hasta ahora, se ha confirmado la ausencia de un quinto individuo en el juicio, quien es Ariel Herrera, un efectivo policial que las autoridades no han logrado localizar. El año pasado, cuando el tribunal comenzó a citar a los imputados para anunciar el juicio en su contra, este sospechoso no se presentó. 

Debido a esta situación, fue declarado en rebeldía en octubre pasado. Los jueces emitieron una orden de detención en su contra y movilizaron a la Policía para ubicarlo, pero nunca se logró encontrarlo. Los investigadores sospechan que podría haber huido a otra provincia o a algún país limítrofe.

8- Los detenidos

Originalmente, los 42 detenidos debían asistir a esta audiencia en libertad. Sin embargo, dos de ellos serán escoltados por guardias y llevarán esposas. Uno de ellos está cumpliendo una condena por homicidio, mientras que el otro fue procesado en una causa relacionada con drogas. 

Carlos Alberto Reyna fue acusado de asesinar a Aníbal Abel Álvarez en marzo de 2013 con un disparo en la cabeza. A pesar de haber recuperado su libertad, luego fue acusado de participar en la revuelta policial, a pesar de no estar en servicio activo. 

En febrero de 2018, el mismo mes en que se confirmó su juicio por sedición policial, fue condenado a 13 años de prisión por el crimen. Por su parte, Richard Nadal fue detenido un mes antes del inicio del juicio, por orden de la justicia federal, debido a su presunta participación en la obtención de pistas clandestinas para que un grupo de narcotraficantes recibiera cargas de droga por vía aérea.