27/06/2018

Argentina

Renunció a su sueño de ser policía porque lo acosaban continuamente

El hecho ocurrió en una escuela du cadetes de Neuquén. Un joven relató la pesadilla que vivió por parte del bullying y la discriminación que recibía de sus compañeros.
Renunció a su sueño de ser policía porque lo acosaban continuamente | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

La escuela de cadetes donde sucedió el episodio.

Un joven agente de la Escuela de Cadetes de Neuquén fue acosado por sus compañeros por creer que era gay. Tal fue el acoso que sufrió, que terminó renunciando a su proyecto de vida dentro de la Policía y ahora aguarda una respuesta del Ministerio de Seguridad para ver si puede seguir trabajando en otra área del Estado.

La carrera de oficial la empezó entonces en 2017. “Vi en la Escuela de Cadetes una oportunidad para crecer personal y profesionalmente. Pasa que si vos te esmerás y estás entre los primeros promedios, después podés llegar a aspirar a una beca para estudiar una carrera universitaria, y me propuse destacarme para tener la posibilidad de estudiar Abogacía”, detalló el joven.

Terminado el primer año, de los 68 integrantes de la clase, 13 quedaron con muy buen promedio y de esos sólo seis pasaron a ser abanderados y escoltas de la bandera nacional y de Neuquén. El joven se convirtió en abanderado, un objetivo cumplido en su carrera y proyecto.

Sin embargo a principios de 2018, todo cambió, cuando cursaba el segundo año. “No sé por qué comenzaron a señalar que tenía forma de hablar y gestos ‘delicados’. Por eso hicieron circular el rumor de que era gay, cuando yo soy heterosexual”, recordó y aclaró el ex cadete.“Un día, un cadete de primer año vino a decirme que me cuidara porque había escuchado que me iban a hacer una cama, cosa que me sorprendió”, detalló.

El rumor de que había estado acostado con un cadete de primer año se hizo circular y los oficiales comenzaron a entrevistar y a apretar a otros estudiantes de la escuela para que avalaran la historia.

Fue así como armaron una investigación y tomaron declaraciones a todos los cadetes, pero el rector de la Escuela nunca le dijo lo que pasaba y que estaba bajo la lupa y mucho menos los motivos.

Finalmente, la investigación no prosperó aunque de todas formas le pusieron una sanción, que era lo que buscaban, por deambular por la cuadra de noche. Una ridiculez.

El joven pasó a cargar con una etiqueta. Entre el acoso y el bullying, pasar los días en la escuelano era fácil. “Yo me decía que tenía que aguantar porque era parte de mi proyecto y que esto pasaría, pero había días donde me encerraba a llorar y quería largar todo”, reveló todavía angustiado.

Finalmente, un fin de semana en que no lo dejaron salir a visitar a su abuela, que tenía que operarse de la vista, lo llamaron a formación y un oficial lo ridiculizó delante de todo el estudiantado y del rector. Ahí se quebró. “Cuando les dije que me iba de la escuela, el oficial gritó: ‘¡Bien! 1 a 0’, así que armé el bolso y firmé la baja. Ahí mandaron a llamar al psicólogo que estaba todos los días en la escuela pero que nunca me atendió hasta ese último momento”, relató el joven. (losprimeros.tv)




Recomienda esta nota: