Garavano se cubre: "No pongo las manos en el fuego por nadie"

El ministro de Justicia y Derechos Humanos Germán Garavano dejó al descubierto la interna del Gobierno por el manejo de la desaparición de Santiago Maldonado al declarar: “No pongo las manos en el fuego por nadie”.

"Hay que estar abierto a cualquier hipótesis”, añadió el ministro, quien en los primeros días de la desaparición sostuvo un cerrado apoyo a la postura negacionista de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien se encargó de negar la participación de la Gendarmería en el secuestro y desaparición y la presencia en el operativo del su jefe de Gabinete Pablo Nocetti, entre otras versiones falaces que difundió para entorpercer la instrucción.

“No, de ninguna manera; yo no pongo las manos en el fuego por nadie”, remarcó ahora el titular de la cartera de Justicia cuando se le preguntó por el rol de Gendarmería, la principal sospechosa por la desaparición del joven de 28 años, visto por última vez el 1 de agosto tras un operativo represivo contra una protesta mapuche.

Esta fue la primera declaración de Garavano desde el cambio de estrategia de la Casa Rosada, que no abandonó su ofensiva contra los mapuches pero admitió la posibilidad de que las fuerzas de Seguridad pudieran haber cometido "algún delito", tal como lo reconoció el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la víspera en el Congreso Nacional. “Es un hecho muy grave y hay que estar abierto a cualquier hipótesis", subrayó el funcionario durante una entrevista con TN.

En el mismo tono, Garavano aseguró que la administración de la alianza gobernante pretende “que se esclarezca todo”, y rechazó que "haya una gran parte de la sociedad que responsabilice al Gobierno" por la desaparición de Maldonado. "Todos juntos tenemos que procurar el hallazgo de esta persona", agregó el funcionario sin mencionar el nombre del artesano desaparecido.

Por último, Garavano, siguiendo el libreto oficial, responsabilizó a la oposición de generar “climas de violencia” que “se asocian a la campaña electoral".

(Página 12)