En Santiago, a los 20 grados, actúan como si estuviera cayendo una helada feroz

Corresponsalía Santiago del Estero. Lo dicho, baja un poco la temperatura en la ciudad y los santiagueños corren a abrigarse como si hubiera caída la más cruda de las heladas.

Al mediodía de este martes, el termómetro marcaba 20 grados de temperatura, había una humedad de 75 por ciento y corría una leve brisa del sur, a diez quilómetros por hora. Y algunos bares pusieron la lona con la que cubren a los parroquianos los días de frío extremo.

El viejo Barquito Bar, que ahora han  bautizado  como Bonafide, tenía a sus clientes metidos bajo techo y con la protección contra el frío, como si hubiera sido una cueva de quirquinchos, con todos protegidas contra las inclemencias del tiempo. Y, ¡oiga!, esta mañana fue magnífica, la mejor que ha regalado el hasta ahora ardiente 2020.

Los santiagueños, que tienen como deporte nacional quejarse del calor, medir la temperatura siempre para arriba, denostar al Servicio Meteorológico porque sostienen que miente, hace un poco de fresquito y corren a abrigarse.

Pueblo de gente delicada y friolenta. Y exagerada, vamos a decirlo todo.