24/12/2016

Argentina

El hombre que intentó matar a dos militantes de Nuevo Encuentro fue puesto en libertad

Alejandro Sidero, aportante de la campaña del PRO, pasará navidad junto a su familia tras montar una estrategia perversa, en la que acusó a su hijo menor de edad.
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Alejandro Sidero recuperó la libertad gracias a una cuestionada decisión judicial.

Alejandro Sidero, acusado de intentar matar a dos militantes de Nuevo Encuentro, fue puesto en libertad. Gracias a una cuestionada decisión judicial, el instructor de tiro y aportante a la campaña del PRO, pasará las navidades junto a su familia, cuyos integrantes montaron una perversa estrategia para inculpar al hijo menor de edad del matrimonio, quien es inimputable.


“La querella considera que es absolutamente prematura esta medida porque está basada en lo que cuenta Sidero de lo que su hijo supuestamente le dijo”, explicó a Tiempo el abogado de Daiana Soto y Florencia Girotti, heridas por la pistola calibre 32 del hombre que pasó unos seis meses detenido en Devoto. “El artilugio se completa con los testimonios de la mamá de Sidero, su hija, su ex esposa y un íntimo amigo de él”, continuó.


“No entendemos el por qué de tanto apuro -se quejó Zurano-. En una semana más se podrían haber confirmado o descartado los dichos de los familiares y amigos de Sidero, que tienen claros intereses en la cuestión. Nos da a pensar que se trató de una estrategia para desligar del caso a alguien imputable y pasarle la responsabilidad al chico que es inimputable y que todo quede impune”.


Para el abogado querellante, estos testimonios podrían haber sido contrastados si el chico declaraba en cámara Gesell, con una inspección al lugar desde donde se efectuaron los disparos y, sobre todo, con una reconstrucción de los hechos de acuerdo a la nueva versión aportada por la parte sospechada.

  

Las pericias balísticas realizadas por la Metropolitana, la Policía Federal y la Gendarmería, indicaron que los tres balazos disparados hacia Padilla al 700, donde los militantes de Nuevo Encuentro celebraban la inauguración de un local partidario, partieron de la pistola de Sidero. Una vez que el abogado defensor, Jorge Luis Álvarez Berlanda, se quedó sin recursos por plantear en contra de estos peritajes, la estrategia judicial fue más allá. Podía ser un paso sobre tierra firme o un salto al vacío. La decisión estaba tomada.


Sidero pidió hace poco más de una semana atrás ampliar su declaración indagatoria. Según le contó al fiscal Pablo Recchini, todo cambió una vez que se convenció de que el arma del delito era la suya y de que uno de sus hijos debía ser el autor, ya que eran las únicas personas que estaban con él ese 5 de marzo a la noche en su departamento del piso 12 del edificio de Gurruchaga 274.


Entonces, ante el fiscal Recchini, Sidero reveló que entrevistó a sus hijos por separado. Su hija mayor de edad lo negó rotundamente. Pero la suerte que tuvo con su hijo, que en ese entonces tenía 13 años, fue diferente. El niño se habría quebrado y confesado que sacó la pistola del cajón (bajo llave) del dormitorio de su padre, donde éste presuntamente dormía, fue al balcón de su habitación, al lado de la de Sidero y disparó una sola vez porque se asustó. Luego, volvió a dejar todo en su lugar.


El sospechoso aseguró que cuando su hijo le confesaba el hecho estaba acompañado de su madre, Esther Carmen Méndez, a quien tuvo el recaudo de pedirle que se acercara a escuchar atentamente la revelación del niño. Horas más tarde, la abuela y el presunto púber tirador fueron a la casa de la ex esposa de Sidero, Laura Martha Godoy. Una vez allí, Méndez le dijo al nene que le compartiera a su madre lo que había hecho. Y así lo hizo.


Por la imposibilidad de tener alguna certeza, el fiscal Recchini recomendó liberar a Sidero y pasar la causa al fuero de menores. El juez Roberto Ponce, entendió que así debía ser y el caso queda al límite de quedar impune.




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