Murió junto a su hijo de tres años: fueron envenenados

Alejandra Párraga y su hijo de tres años fallecieron este lunes. La tragedia terminó de cobrar forma este martes, cuando la autopsia determinó que habían ingerido cianuro y la fiscalía ordenó la detención del novio de la joven, quien, según la fiscalía, hizo beber el veneno diciéndoles que era agua bendita de la Catedral.

Algunos vecinos de la cuadra de Gorriti al 800 de la Capital salteña todavía no salen de su asombro. Algunos dicen que sabían poco de la familia; a los que los conocían bien se los reconoce porque los ojos se le llenan de lágrimas a los pocos segundos de empezar a hablar.

Alejandra daba clases particulares de Matemática y Física en su casa, en la que vivía con sus padres, su hijo y su hermana Gabriela, que daba clases de inglés. Un estudiante de secundario, vecino de los Párraga y que estudiaba con Alejandra, expresó su consternación. “Eran buena gente, ella era churita”, dijo. También sostuvo que en la casa eran todos buenos, que se llevaban bien. Dijo que ayer salió por las sirenas y llegó a mirar dentro de la casa: “estaba todo tirado y desordenado”, describió.

Pocos tienen algo para decir sobre Franco Rodrigo Gaspar Cinco, novio de Alejandra, a quien se lo acusa como el responsable de la muerte de ella y del bebé. Algunos ni siquiera sabían que Alejandra tenía un novio.

Otro vecino, dijo que el padre de Alejandra no lo quería a Cinco, porque siempre mostraba gestos de desprecio hacia el pequeño Amir, de quien no era el padre. Según este vecino a Cinco se le notaba que detestaba a la criatura.