El halcón peregrino sobrevuela este lunes de septiembre

El halcón peregrino llega a volar hasta 390 kilómetros por hora, más rápido que cualquier automóvil moderno. La máxima velocidad la alcanza bajando en picada desde una altura de un kilómetro del suelo. Mide entre 34 y 58 centímetros y la distancia entre alas, va de los 80 a los centímetros al metro 20. El hombre más veloz, Usain Bolt, llegó a correr a 44 kilómetros por hora, haciendo cien metros en 9,58 segundos. El halcón peregrino lo pasa como poste.

Vive en la Argentina, de Córdoba al sur, en todo Chile, el oeste de Bolivia, Perú, Ecuador, parte de Colombia, en algunas regiones costeras de Méjico y los Estados Unidos, parte de Portugal, España, una gran región del África, Australia, también la India, Pakistán, Japón y llega a pasar el verano en el Círculo Polar Ártico.

Al lanzarse en picada, primero aletea un poco para darse impulso, luego pliega las alas y toma una forma aerodinámica que le permite avanzar cada vez más rápido: al llegar a la presa, otra ave en vuelo, abre las garras y le golpea el ala con todas sus fuerzas para, desgarrarla y hacer que pierda equilibrio, entonces vuelve sobre sí toma el botín, que está aturdido por el choque. No va contra el cuerpo porque con el impacto podría dañarse también a sí mismo. Fantástico, ¿no?

Su comida son aves medianas como patos, gaviotas, pájaros cantores, palomas. Llega a cazar murciélagos durante la noche y otros pequeños mamíferos como ratas, liebres, ratones y ardillas y también insectos y reptiles. En las ciudades se alimenta de palomas domésticas y otras.

El Manual de Aves del Mundo (Hand book of the Birds of the World), acepta 19 subespecies de ´Falco peregrinus´, tal su nombre científico. Aunque vive en montañas, valles fluviales y líneas costeras, cada vez se observan más en las ciudades, hacen sus nidos en lo alto de los edificios. Sus principales enemigos son las grandes águilas, los búhos y, por supuesto, el hombre, que muchas veces lo captura para entrenarlo en el arte de la cetrería.

La hembra pone normalmente 3 o 4 huevos, los empolla durante 32 a 35 días, mientras el macho le lleva la comida. Al principio, ella está con las crías y el macho alimenta la familia; luego la hembra también sale a cazar. Las crías vuelan por primera vez entre los 39 y los 49 días de nacidos.

Digo, en medio de tantas preocupaciones, casi llegando al fin de septiembre, los bolsillos escuálidos, la esperanza de un año que se comienza a ir del todo, es momento para hablar de cualquier cosa, menos de plata, política, economía o la angustia existencial de ser un nadie perdido entre la multitud de nadies, volando al ras del suelo, a poca velocidad. En otras palabras, tengamos nuestro momento ´Animal Planet´, y unos minutos de este glorioso lunes que nos regala Nuestro Señor, dejemos de lado la mediocridad para elevarnos al cielo y lanzarnos en picada sobre nuestros dramas, aunque sólo sea con el pensamiento.

Juan Manuel Aragón

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