09/09/2020

Sucesos

INVESTIGACIÓN

Delincuentes asesinaron a una mujer de un disparo al resistirse al robo de su celular

Habrían sido dos los autores del crimen, tras abordar a la víctima y a su hermana en la puerta de su casa.

Mirta Barcia estaba en la vereda de una vivienda junto a una allegada, en el municipio de Cañuelas, cuando fue asesinada de tres balazos por dos delincuentes que las sorprendieron con intenciones de sustraerle su teléfono celular, un Samsung JA2. Ella habría intentado resistir al robo, según indicaron las fuentes del caso.


El hecho ocurrió anoche en la calle Vicente Casares 144, en el barrio La Unión, donde Barcia, de 64 años, se encontraba despidiéndose de una allegada, que según Infocañuelas sería su hermana, cuando se les acercaron dos ladrones armados con fines de robo. Aparentemente, Barcia intentó defenderse del asalto y fue baleada. Los delincuentes escaparon con el teléfono.

Las fuentes policiales indicaron que la mujer fue llevada al hospital local en un auto particular donde murió como consecuencia de la gravedad de las heridas sufridas.

Barcia era profesora de folclore, estaba casada con un ex concejal y tenía dos hijos. Además, era empleada municipal en Cañuelas, por lo que la intendenta Marisa Fassi decidió decretar 48 horas de duelo en su memoria. En un comunicado oficial, la comuna indicó que Barcia trabajó varios años en la secretaría privada de la intendencia y que era una "invaluable colaboradora, compañera y amiga".

La investigación, por homicidio en ocasión de robo, se encuentra a cargo de la Fiscalía Nº1 de Cañuelas, que conduce Lisandro Damonte, y de detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Vicente, quienes ya solicitaron imágenes de cámaras de seguridad vecinales y municipales para intentar obtener videos del momento del ataque e identificar a los autores del hecho.

Una fuente cercana a la investigación indicó que a unos cien metros del lugar del asalto se encontró una campera y que se analiza si le pertenece a uno de los atacantes. Una testigo declaró ante los pesquisas que los asesinos no tenían más de 25 años, que ambos llevaban puestas capuchas y uno tapabocas.




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