03/03/2023

Tucumán

OBSTETRICIA

La maternidad del hospital Regional de Concepción trabaja las 24 horas para la comunidad

Los profesionales están comprometidos con garantizar la mejor experiencia posible, en un momento tan sensible y fundamental como es el de traer vida al mundo.

"Esto es vocación al servicio de la gente y de las mujeres embarazadas, es ante todo acompañamiento”

Con estas palabras definió la jefa de obstétricas de la maternidad del hospital Regional de Concepción, licenciada en obstetricia María Fernanda Bravo, la tarea que realiza en la institución desde hace ya 12 años junto a un equipo de profesionales comprometidas con garantizar la mejor experiencia posible, en un momento tan sensible y fundamental como es el de traer vida al mundo.


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Fernanda comentó que, si bien hace 12 años trabaja en el efector, hace tres le fue confiada la tarea de encabezar el equipo de obstétricas, que se completa además con personal médico y de enfermería. El servicio trabaja en guardias de 24 horas, en las cuales se han llegado a atender hasta unas 40 pacientes por día.

Las obstétricas desarrollan sus tareas de forma sectorizada, tanto en sala de parto, como en atención y acompañamiento del trabajo de parto y en el sector de admisión. Además, se cuenta con una sala de puerperio, donde se atiende a aquellas mamás que ya parieron por parto natural y allí también una obstétrica se encarga de ofrecer las charlas de prevención, cuidados del recién nacido, lactancia y medidas anticonceptivas.

Hacemos un trabajo integral. Todo lo que funciona en la maternidad está prácticamente manejado por obstétricas, si bien contamos con el personal médico, este está más abocado a las urgencias y de los embarazos de las pacientes ginecológicas. Pero en la guardia estamos 24 horas, constantemente en el sector de admisión y en el sector de UTPR está presente una partera”, comentó.

El consultorio de puerperio ofrece atención los días lunes, martes y viernes a partir de las 12:30 horas del mediodía. Allí todas las pacientes que han tenido sus partos en el hospital, ya sea natural o por cesárea, pueden acudir a los 7 o a los 10 días a la consulta, para hacer un control y un seguimiento de ese puerperio, de forma tal de prevenir y evitar infecciones y de fomentar los cuidados de la salud sexual.

“En el momento en que nos vamos de alta, no tenemos cabeza para pensar en tantas cosas, queremos llegar a casa, estar tranquilas, hemos estado 24 a 48 horas en un hospital y necesitamos descansar, ni siquiera escuchamos cómo tenemos que tomar el anticonceptivo muchas veces, entonces por eso se ha creado el consultorio, para poder hacer una mejor consejería y un servicio mucho más personalizado para la mujer”, destacó la referente.

Una historia de compromiso y entrega

Fernanda es oriunda de Concepción, actualmente vive en la localidad con su familia y no puede evitar emocionarse cuando habla sobre su vocación y compromiso con las mujeres de su tierra y la institución en la que se desempeña diariamente, que es para ella un hogar que ofrece cobijo: “Yo hace 12 años soy parte de este hospital, me acuerdo cuando ingresé, teníamos una sala de parto muy pequeñita, que después se convirtió en la maternidad que es hoy. El proceso y el cambio ha sido muy grande. Antes me encargaba de hacer guardias, trabajé mucho, hasta que pude llegar hasta donde estoy hoy”.

“Creo que tuvo mucho que ver el compromiso, a mí me parece que cuando se trabaja con amor y compromiso, las cosas se van dando y eso se ve reflejado en el trabajo diario. Hoy tengo el privilegio de estar desde este lugar ayudando y acompañando a mis compañeras y también supervisando todo lo que tiene que ver con la garantía de los derechos de las mamás, si bien mi trabajo acá ha iniciado con una preparación integral para la maternidad y hacíamos los cursos de preparto, me he ido enfocando más en tratar de que eso que está en la teoría se lleve a cabo en la práctica y ya con el tiempo hemos podido lograr todo ese cambio que tanto anhelábamos, de garantizar el respeto no solo a la mamá, sino hacia su entorno familiar que es lo más importante”, reflexionó.

“Tengo dos hijas, una universitaria y la otra pequeñita de jardín, ellas acompañan todo mi trabajo, la más chiquita prácticamente se crio acá en el hospital, vine a trabajar con panza y después también con ella recién nacida, debe ser por ese contacto que siempre me dice que quiere ser obstetra cuando sea grande. Es de las cosas más lindas que se pueden sentir que tu familia te acompañe”, contó Fernanda, que al definir su profesión no duda en decir: “Esto es vocación al servicio de la gente y de las mujeres embarazadas y es ante todo acompañamiento”.

Ese compromiso y esa fuerte convicción de servicio se ven reflejados hoy en la presentación de un proyecto que realizaron para la creación de un consultorio de Duelo Perinatal: “Afortunadamente no nos llegan casi pacientes con sus bebés fallecidos en la panza, pero sí se dan situaciones puntuales, por eso quisimos crear un espacio para acompañar a esas familias que no la están pasando bien. A veces en casos tan crudos buscamos culpables donde no hay y tenemos que entender y acompañar, pienso que el equipo de salud tiene que estar preparado para ese tipo de situaciones”.

“Hoy justamente me ha pasado eso. Por eso tenía los ojos llenos de lágrimas, porque estuve llorando. Quizá para la gente este trabajo sea común, una tarea diaria más la de traer vidas al mundo, pero es algo increíble, es un momento muy único para una mamá el nacimiento de un hijo, es algo que va a quedar grabado para el resto de nuestras vidas, entonces es muy importante nuestra labor y poder dejar un mensaje de contención, de ayuda, de acompañamiento en ese momento, porque va a quedar grabado para siempre”, manifestó, a la vez que aseguró: “Trabajamos para que la mamá de acá se vaya contenta con su bebé en brazos y con la información que necesita, es ahí adonde apuntamos día a día, a mejorar constantemente y considero que lo hicimos y lo continuamos haciendo”.

Fernanda ve un avance importantísimo en todo lo que ha sido el camino recorrido desde su inicio en la tarea hasta ahora y redobla los desafíos porque cree en ellos: “Hoy aquí me siento en mi casa, en mi lugar, me encanta venir todos los días a trabajar, amo estar en este espacio, un día que no respiro hospital es algo que me falta, porque lo hacemos con mucho compromiso y amor y esa es la clave, compromiso y amor por lo que hacemos, así podemos brindar mejor atención y experiencia a los pacientes y al entorno familiar”.




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