20/12/2017

El mundo

Murió el cardenal Bernard Law, símbolo del encubrimiento a los abusos sexuales en la Iglesia

El sacerdote dimitió en 2002 como arzobispo de Boston acusado de encubrir uno de los mayores escándalos de pedofilia en el catolicismo entre los años 1984 y 2002. El Papa Francisco participó en el funeral.
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Law murió refugiado en el Vaticano sin afrontar procesos judiciales.

El cardenal Bernard Law, quien dimitió en 2002 como arzobispo de Boston, Estados Unidos, acusado de encubrir uno de los mayores escándalos de pederastia de la Iglesia católica entre los años 1984 y 2002, ha muerto esta madrugada, según ha informado el Vaticano en un breve comunicado, indica el diario El País.


Law tenía 86 años y, según ha apuntado Reuters, ha muerto en un hospital de Roma a causa de las complicaciones de una difícil diabetes que sufría. El cardenal será para siempre el símbolo de los escándalos de abusos de la Iglesia católica y de cómo, durante un largo periodo, se miró hacia otro lado encubriendo a los culpables.


Law había sido nombrado cardenal en 1985, un año después de que Juan Pablo II lo designara al frente del obispado norteamericano. El caso del sacerdote John Geoghan fue el que permitió descubrir la red de encubrimiento cuando una de las víctimas de Geoghan denunció que Law podría tener conocimiento de los abusos, y que el encubrimiento se evidenciaba con su traslado de parroquia en parroquia, en las cuales seguía teniendo contacto con niños y adolescentes.


Bernard Law


El Boston Globe encaró una investigación que a fines de 2001 confirmó decenas de casos de abusos, cuyos protagonistas eran removidos de sus parroquias después de ser denunciados. Law era el responsable de ubicar a los acusados en sus nuevos destinos. La investigación del periódico le dio difusión al caso y le valió el premio Pulitzer al equipo de investigación.


El rotativo estadounidense, que le definió como "la figura central" del escándalo, pudo demostrar en una investigación modélica cómo el arzobispado fue encubriendo uno a uno los casos de sacerdotes que abusaban de niños sin llegar a informar jamás a la policía ni tomar medidas definitivas para atajar un problema convertido en plaga de primer orden. El caso, sin embargo, sirvió también para comprobar como el mismo modus operandi se utilizaba en muchos otros países donde durante años había sucedido lo mismo. De hecho, estos días se prepara un juicio en Australia contra el cardenal George Pell, máximo responsable de las finanzas, por un caso parecido.


El escándalo se agravó por la reciente filtración de documentos que supuestamente demostraban hasta qué punto fue comprensivo con algunos de los principales sacerdotes inculpados, a los que confió el cuidado de otras parroquias, pese a los graves indicios que pesaban sobre ellos. Sin embargo, fue un punto de inflexión en la tolerancia —especialmente social— de los abusos sexuales de sacerdotes en las diócesis de todo el mundo y salieron a la luz casos tremendos como el de Irlanda, donde se demostró el encubrimiento de cientos de casos. Las indemnizaciones hasta la fecha, como señala Reuters, alcanzan ya los 2.000 millones de dólares.


Sin embargo, Law nunca afrontó cargos penales por el encubrimiento masivo y, a partir de 2004, gozó de una suerte de retiro dorado en Roma en el que fue protegido por Juan Pablo II, que lo convirtió en arcipreste de la importantísima basílica de Santa Maria Maggiore en Roma, cargo que mantuvo hasta 2011, cuando fue sustituido por el cardenal español Santos Abril y Castelló. Pero Law continuó viviendo en la Basílica y siempre mantuvo el rango de cardenal y su puesto en la Congregación para los Obispos, así que pudo participar en el Cónclave en el que se eligió al papa Benedicto XVI el 19 de abril de 2005 y ejercer como consejero en varias áreas importantes del Vaticano, causando una enorme desazón en la comunidad de víctimas de los abusos sexuales por parte de la Iglesia católica.


Law tuvo hoy exequias a cargo de Angelo Sodano, decano del Colegio de Cardenales, y contó con las condolencias del Papa. "Elevo oraciones de sufragio para que el Señor, rico de misericordia, lo acoja en la paz eterna y envío la bendición apostólica a quienes compartan el dolor por la muerte del difunto purpurado", escribió el pontífice argentino en un telegrama. Bergoglio participó de los funeralesque comenzaron a las 15.30 locales en la basílica de San Pedro del Vaticano.

(El País; PáginaI12; TN.com.ar)














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