¿Ovnis o Globos Espías Chinos? La nueva crisis de la geopolítica mundial

En un lapso de ocho días, Estados Unidos y Canadá derribaron un globo chino, así como tres objetos voladores no identificados (OVNIs) en sus espacios aéreos. Esta situación es inédita en tiempos de paz, y trae consigo numerosas preguntas sobre la complicada relación entre Washington y Beijing, cuyos efectos pueden ser sentidos en la carrera presidencial de 2024, en la que el actual presidente, Joe Biden busca reelección. 

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Según Jorge Malena, director del Comité de Asuntos Asiáticos del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y director del posgrado sobre China de la Universidad Católica Argentina (UCA), “el tema China estará esencialmente presente en la agenda de campaña y esto hará que los dos partidos (Demócrata y Republicano) se muestren duros” frente a la opinión pública.

Cuál es el verdadero origen de la crisis de los globos de vigilancia

Los recientes descubrimientos de globos de vigilancia por parte de las principales potencias mundiales continúan generando incertidumbre sobre su origen y uso. Tras varias horas de especulaciones, la Casa Blanca desmintió los rumores de que se tratase de alguna actividad extraterrestre.

Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca, aseguró que "no hay indicios de alienígenas o de actividad extraterrestre en estos recientes derribos" y recalcó la importancia de hacerlo saber al pueblo estadounidense. 

Esta situación evidencia que, a pesar de la difusión de la tecnología moderna, todavía existen misterios por desentrañar y preguntas por responder.

Las acusaciones cruzadas entre Washington y Beijing agravan la crisis

Washington apunta todas sus sospechas a China, según lo afirmado por el Pentágono. Esta acusación se refiere al hecho de que Beijing habría lanzado decenas de globos de vigilancia sobre 40 países repartidos por cinco continentes. La Cancillería china, por su parte, aseguró que EEUU había enviado más de 10 globos sobre su espacio aéreo para 2022.

Ambas partes dieron distintas versiones al respecto. Mientras el gobierno de Biden negó las acusaciones de China, el Pentágono insistió en sus sospechas. 

Esta discrepancia provocó una tensión que estalló el 4 de febrero, cuando EEUU abatió frente a las costas de Carolina del Sur uno de los globos chinos bajo la presunción de espionaje.

A partir de entonces, la Fuerza Aérea estadounidense destruyó otros tres “objetos voladores”, sin poder determinar su procedencia, uso o naturaleza. 

Según la prensa local, los objetos se encontraban a unos 12000 metros y tenían el tamaño de un auto pequeño. Este dato contrasta con la descripción que se hizo del globo chino, cuyas características equivalen a las de tres colectivos.

EEUU: “Todavía tenemos embajada en Beijing”

La crisis entre Estados Unidos y China se está agravando, a pesar de que las autoridades estadounidenses han informado que el diálogo entre ambos países se reanudó luego de que China se negara a responder una llamada desde el Pentágono, tras el derribo de un globo. 

Según el portavoz del Departamento de Defensa de EE. UU, John Kirby, "todavía tenemos relaciones diplomáticas con China, aún tenemos una embajada allí. No es como si todas las comunicaciones entre Estados Unidos y el Partido Comunista chino hubieran desaparecido. Tenemos la capacidad de comunicarnos directamente con los líderes chinos". 

Esta reanudación del diálogo entre ambos países indica la posibilidad de que la crisis puede llegar a una solución pacífica.

Por qué el Pentágono decidió ahora responder con firmeza

Para Jorge Malena, el empleo de esta clase de sistemas de seguridad es común entre los países más poderosos. “Lo que distingue a Estados Unidos es que han decidido responder con firmeza”, añadió. 

Justo antes de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, comenzara su visita a Beijing el 5 y 6 de febrero -un día después de que comenzara la crisis-, el globo chino fue derribado. 

“De lo que se puede desprender es que la visita de Blinken probablemente no hubiera resultado favorable a los intereses estadounidenses, así que para evitar volver a casa con las manos vacías, el incidente fue aprovechado para posponer el viaje”, explicó el experto. 

El analista también señaló que esta situación no ha terminado aquí. “En la actualidad, Estados Unidos acusa a China de espionaje, al tiempo que China acusa a Estados Unidos de incursión en su espacio aéreo”, afirmó Malena.

La visita del Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a China tenía como principal objetivo restaurar el diálogo bilateral entre ambos estados. Esta visita se dio en un momento crucial, pues Rusia es un aliado estratégico de Beijing. 

Según Malena, China no estaba dispuesta a dar marcha atrás en su alianza con Rusia y por ello, Blinken regresó a Washington con las manos vacías. Esto podría resultar en una mala noticia para el país en pleno año electoral.