Opinión
No les va bien a quienes denuncian fraude en las elecciones
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No les va bien a quienes denuncian fraude en las elecciones
La chica, Keiko Fujimori, ha denunciado “indicios de fraude” en las elecciones del Perú; hasta ayer perdía por una lanita contra Pedro Castillo. Puede ser que le hayan hecho trampa, no tengo cómo saberlo, pero estos asuntos se muestran antes de, después de no hay reclamo, doña.
Aquí varios hicieron lo mismo. En Santiago del Estero, en 1991, uno de los candidatos denunció que habían votado hasta los muertos. Levantó una polvareda de reclamos, iba de La Banda a Santiago (7 kilómetros), de a caballo y, acompañado de multitudes, concitó la atención de la Argentina y el mundo.
Cerca de dos años después, en el 93, un día de furia masiva, los santiagueños incendiaron y saquearon la sede de los tres poderes y la casa de los principales dirigentes políticos. Intentaron lo mismo con la del jinete. Al fin y al cabo, también era político, ¿no?
En 1999, hubo en Tucumán uno que,al irse a dormir luego de un arduo día de elecciones, era gobernador y cuando se levantó el lunes, perdía. También quiso gritar: “¡Fraude!”. Todos recordaron el dicho: cocodrilo que se duerme… Ahí anda, trabajando de cartera en la legislatura tucumana. Intrascendente y denunciado por no sé qué asunto feo.
Por eso le diría a doña Keiko que, si perdió, felicite al ganador, salga de nuevo a patear las calles del Perú dando a conocer sus propuestas. No les ha ido bien a quienes han denunciado matufias en las elecciones. Además, fracasar no es morir sino volver a empezar, ibas a hacer un mejor papel y todo eso.
