08/04/2018

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Le dieron un premio al Laucha Acosta pero estaba tan enojado que los terminó insultando

Un penal sobre la hora para Temperley le quitó a Lanús la posibilidad de sumar de a tres puntos, y por eso la bronca del delantero que no recibió bien el reconocimiento de un auspiciante.

Que se te escape la victoria en el último minuto del partido da bronca, y peor aun si encima parece que fue por un falló polémico del árbitro. Esto fue lo que le pasó a Lautaro Acosta, que terminó descargando su bronca contra los auspiciantes televisivos.

En la última jugada del partido, el árbitro Facundo Tello cobró un insólito penal a favor de Temperley por una supuesta mano de Germán Denis dentro del área. La pena máxima le sirvió al local para alcanzar un empate agónico.

El Laucha fue elegido por la transmisión como el mejor jugador del partido y se le entregó el premio típico de la marca patrocinante. El delantero de 30 años expresó su absoluta disconformidad con los arbitrajes en general y, en medio de su discurso enardecido, también terminó insultando contra el galardón que le otorgaron sin que tenga nada que ver con lo ocurrido.

“Un desastre. Tello no puede dirigir más. Tienen que unificar criterios. Cada vez hay más errores arbitrales. Después se quejan de mí porque me quejo de los arbitrajes: son un desastre. Tienen que ver más cosas, unificar criterios”, fue el puntapié de su enojo.

“¿Un codazo es lo mismo que un agarrón? Porque si el codazo es amarilla, dos agarrones dos amarillas en donde no eran jugadas de gol. Es increíble, no saben ni siquiera unificar criterios. Son un desastre”, agregó.

Acosta sembró un manto de sospechas sobre lo ocurrido con los árbitros y planteó una exigencia: “Yo espero que de acá, al final del campeonato, en las fechas que vienen, no nos perjudiquen más. Que no nos perjudiquen más porque son un desastre los árbitros“.

Tras su argumentación, le puso su foco a un supuesto problema externo al campo de juego: “Más vale que el que venga ahora a la cancha de Lanús se ponga las pilas y tenga en cuenta que no nos pueden perjudicar más, que son un desastre. Si el problema es político, si el problema es de la AFA, que se haga cargo el que se tenga que hacer cargo. La AFA, quien sea”.

Antes de irse, tomó el premio, lo miró y, sin mediar explicación, también lo metió en el medio su enojo: “¡Me chupa un huevo este premio, son un desastre los árbitros!”.

 

 




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