02/05/2017

Argentina

Murió el escritor Abelardo Castillo

Autor de las novelas "El que tiene sed" y "Crónica de un iniciado" y fundador de la mítica revista El escarabajo de oro, el narrador y dramaturgo tenía 82 años.
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Castillo creó revistas fundamentales y fue formador de autores.

Abelardo Castillo, uno de los más destacados narradores argentinos del último medio siglo, murió en las últimas horas a los 82 años en Buenos Aires, según informaron allegados.


 Novelista, cuentista, dramaturgo y ensayista, Castillo es una figura clave en la literatura argentina de las últimas décadas. Defensor del relato breve pero también autor de novelas como "El que tiene sed" y "Crónica de un iniciado" y de obras de teatro como "Israfel", consideraba que el escritor es ante todo "un inmoderado por naturaleza, un rebelde". Sus obra ejerció una influencia clara en las nuevas generaciones de escritores.


Su obra narrativa se caracteriza por su prosa cortante y reveladora de la sordidez de la realidad. Además, dejó la huella de su compromiso social y político en revistas literarias como El escarabajo de oro, El ornitorrinco -la primera y más importante revista de resistencia cultural durante la última dictadura- y El grillo de papel.


Había nacido en Buenos Aires el 27 de marzo de 1935, y a los once años se trasladó con su familia a San Pedro, que para él fue su "lugar afectivo", donde vivió hasta los diecisiete años, y en 1952 regresó a Buenos Aires.


El reconocimiento temprano le llegó a los 24 años, cuando obtuvo el primer premio del concurso de la revista "Vea y Lea", cuyos jurados fueron Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Manuel Peyrou.


También probó su talento como dramaturgo en 1964 con la obra de teatro "Israfel", donde homenajea a Poe, que ese año recibió el Primer Premio Internacional de Autores Dramáticos Latinoamericanos Contemporáneos del Institute International du Theatre, UNESCO, París.


En su última obra "Diarios (1954-1991), publicada en 2014 por editorial Alfaguara, desmenuzaba su vocación por las letras, que irrumpió tempranamente en su vida, así como su empecinamiento por persistir en el intento. El libro es a su vez un retrato de una época inolvidable de la literatura argentina.


Realizó numerosas colaboraciones periodísticas y también se abocó a la dirección de talleres de creación literaria. En 1961 obtuvo el premio Casa de las Américas por los cuentos de Las otras puertas, género que continuó con Cuentos crueles (1966), Los mundos reales (1972), Las panteras y el templo (1976), El cruce del Aqueronte (1982), Las maquinarias de la noche (1992) y Cuentos completos (1998).


Su narrativa evolucionó de un realismo de signo existencial y comprometido social y políticamente en la línea de Sartre a una mayor estilización que lo acerca al expresionismo; sus argumentos colocan a menudo a los personajes en situaciones límite envueltas en un denso fatalismo. Poe y Borges fueron dos de sus más importantes sus referentes.


Fue reconocido en numerosas oportunidades por su destacada tarea como formador de escritores. Su obra fue traducida a 14 idiomas, entre ellos el inglés, francés, italiano, alemán, ruso y polaco.

(Clarín, Nodal)




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