08/02/2023

Sucesos

Policiales

¿Cómo fue la primera noche de los rugbiers en Melchor Romero?

Los detalles en esta nota.

Después de un mes de estancia en la prisión de Dolores, los ocho rugbiers culpables del asesinato de Fernando Báez Sosa regresaron a la Alcaldía de Melchor Romero, el lugar que los acogió cuando se dictó la prisión preventiva en 2020.

Ciro, Luciano y Lucas Pertossi, Máximo Thomsen, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz y Blas Cinalli han reanudado, en un principio, sus vidas previas al juicio. 


Te recomendamos: Caso Fernando Báez Sosa: La Justicia investiga al tío de Máximo Thomsen


Antes de ser trasladados a otros penales, se reunieron con sus Biblias. Desde ahora, podrán trabajar en el huerto y hacer ejercicio en el patio, al igual que lo hicieron durante casi tres años.

Por otro lado, podrán reencontrarse con sus familias, a las que pudieron ver, pero no tocar, durante la lectura del veredicto en los tribunales de Dolores. 

Además, fuentes cercanas al caso confirmaron que recibirán apoyo psicológico y, cuando lo necesiten, podrán tener la compañía del Pastor que los acompañó durante su estancia en la ciudad de La Plata.

También se sabe que seguirán juntos en una misma celda hasta que el juez de ejecución penal de la provincia de Buenos Aires, designado en la causa, decida su futuro. 

En este marco, los padres de los condenados desean que sean trasladados a alguna de las tres unidades de Campana, para poder tenerlos más cerca.

Los rugbiers y su acercamiento a la fe cristiana en Melchor Romero

Durante el último día del juicio por la muerte del estudiante de Derecho en la entrada del club Le Brique, en Villa Gesell, se pudo observar a Ayrton Viollaz, uno de los rugbiers sentenciados a 15 años de encierro, orando y haciendo una señal de la cruz. Poco antes, tras el discurso de Hugo Tomei, Luciano Pertossi declaró: “Le pido a Dios que sea algo bueno para todos”.


Te recomendamos: La exorbitante cifra que los rugbiers le pagaron a Hugo Tomei para defenderlos


Estos gestos por parte de los menores de los Pertossi y Viollaz muestran una vez más que, además de buscar el perdón divino, esperan, a través de su fe, ser alojados en un ala cristiana de la prisión y así gozar de un ambiente más tranquilo.

Aunque durante el juicio demostraron su afinidad por la fe cristiana, los habitantes de Zárate afirman que cuando estaban libres “nunca fueron a la iglesia ni asistieron regularmente a misa”. 

Sin embargo, recibieron los sacramentos de la religión católica como el bautismo, la comunión y la confirmación. Incluso, Hugo Tomei mantiene una relación de amistad con los Pertossi porque es el padrino de Emilia, hermana de Ciro y Luciano, quien formó parte de la defensa de los rugbiers durante el juicio.

Fuente: TN




Recomienda esta nota: