06/03/2023

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Caso Dupuy: Espósito Valenti del acusado enfrenta cargos por complicidad en abuso sexual y discriminación de género

Aguerrido cuestionó tres puntos principales.

El abogado José Mario Aguerrido, quien representa al padre del fallecido Lucio Dupuy, está preparando una apelación a la condena a prisión perpetua de Magdalena Espósito Valenti y Abigail Paez, la madre del niño y su pareja, respectivamente. 

Aguerrido está solicitando que la madre también sea condenada por el abuso sexual y que se aplique el agravante de homicidio por odio de género. La Audiencia de Juicio de Santa Rosa ya ha firmado la sentencia, pero el Tribunal de Impugnación Penal (TIP) la revisará.

Espósito Valenti fue condenada como autora material y penalmente responsable del delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento, mientras que Páez fue condenada como autora material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento. 

Además, Páez fue condenada por el delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal, ejecutado con un objeto fálico, agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor de 18 años de edad, aprovechando la situación de convivencia preexistente, como delito continuado.

Aguerrido ha cuestionado tres puntos principales. En primer lugar, que Espósito Valenti no haya sido condenada por el delito de abuso sexual debido al beneficio de la duda aplicado por los magistrados. En segundo lugar, el abogado había solicitado la aplicación de otro agravante establecido en el artículo 80, inciso cuarto del Código Penal: el "odio de género". 

Según Aguerrido, este agravante se caracteriza por la aversión que siente el agresor hacia la víctima debido a su condición de género, en este caso masculino, en línea parental con la familia paterna.

En respuesta a la sentencia de la Audiencia de Juicio de Santa Rosa en el caso Lucio Dupuy, la querella prepara una apelación a la condena a prisión perpetua de la madre del niño, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Paez. El abogado querellante, Aguerrido, pide que la madre también sea condenada por abuso sexual y que se incorpore el agravante de homicidio por odio al género. 


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Sin embargo, la posición de la querella se basa en una pericia de parte que ya ha sido descartada en relación al ataque sufrido por el niño en la zona genital. Además, los magistrados rechazaron el reclamo de reclusión por tiempo indeterminado de la querella y le impusieron la prisión perpetua. 

Los jueces argumentaron que la reclusión por tiempo indeterminado choca con la finalidad de resocialización y con el principio liberal que describe el derecho penal como un derecho penal de acto, lo que naturalmente descarta la imposición de penas como manifestación del derecho penal de autor.

El pequeño de cinco años fue asesinado en la tarde del 26 de noviembre de 2021 en su hogar ubicado en el departamento de la calle Allan Kardec al 2300 en Santa Rosa, junto a su madre y la novia de esta última. Las acciones de las acusadas y el niño en cuestión fueron capturadas por una cámara situada en frente del departamento.

El registro indica que Lucio fue visto por última vez con vida a las 17:32 horas. Durante el lapso de tiempo entre ese momento y las 19:40 horas, cuando las dos acusadas salieron solas del departamento, se ha comprobado que el niño fue brutalmente golpeado. 

Abigail llevó a su novia en moto a trabajar como moza en un hotel, volvió sola a las 20:49 y trató de reanimar al niño al encontrarlo bajo la ducha. A las 21:30 horas, llevó a Lucio en brazos a una posta sanitaria cercana, pero se encontró con ella cerrada, por lo que fue asistido por vecinos. 

Finalmente, fue trasladado al Hospital Evita, donde se determinó que ya había fallecido a las 21:45 horas.

La justicia determinó que ambas acusadas participaron en la paliza mortal del niño entre las 18 y las 19 horas de ese mismo día, según lo evidenciado por las pericias. El niño fue golpeado con puños, patadas y un palo, además de recibir una mordedura en sus partes íntimas y en su brazo izquierdo. También se determinó que Abigail Páez lo pisoteó en la espalda, lo que le provocó lesiones internas como un desgarro en el hígado.

El niño falleció debido a un edema cerebral que se produjo como resultado de varios traumatismos. El médico forense Juan Carlos Toulouse explicó que este edema, al no poder hincharse el cráneo como sucede con otras partes del cuerpo, provoca el enclavamiento de las amígdalas cerebelosas, lo que desencadena un paro cardíaco. 

Además, otras lesiones internas, identificadas durante la autopsia, habrían producido una muerte por hipovolemia si no se hubiera producido el paro cardíaco que interrumpió el flujo sanguíneo.

La muerte de Dupuy fue declarada a las 21:45 horas en el Hospital Evita, aunque se estableció que ya había llegado muerto al hospital alrededor de las 21:30 horas, según las declaraciones de médicos y enfermeras. 

Incluso antes, cuando Abigail Páez salió del domicilio con Lucio Dupuy en brazos, el niño ya estaba muerto: una enfermera jubilada que lo asistió afirmó que no tenía pulso. El vómito que expulsó después de su muerte fue explicado por el médico forense como un reflejo vagal del cuerpo.

Según la pericia, la muerte de Dupuy ocurrió entre las 19 y las 21 horas del 26 de noviembre. Pero lo más importante es el momento en que se produjeron las lesiones que causaron su muerte, que se ubicaron entre las 18 y las 19 horas, y según el médico forense, las lesiones más graves se produjeron 15 o 20 minutos antes de las 19 horas, cuando las acusadas se encontraban solas en el domicilio con el niño.




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