09/03/2020

Sucesos

DE TERROR

Un hombre arremetió con su auto en un refugio de víctimas de violencia

Atentó el lugar en forma violenta, pidiendo a los gritos de que quería ver a sus hijos.

Ocurrió en Burzaco, Buenos Aires, donde refugio para víctimas de la violencia de género Uguet Mondaca, fue objeto de un ataque por parte de la expareja de una de las mujeres que se encuentra protegida allí.

Ocurrió en Burzaco, Buenos Aires, donde refugio para víctimas de la violencia de género Uguet Mondaca, fue objeto de un ataque por parte de la expareja de una de las mujeres que se encuentra protegida allí.

Y era en la noche del Día Internacional de la Mujer, cuando hombre intentó derribar con su auto la pared de ingreso al refugio.

Y lo hizo de una manera en que fue advertida por todos alrededor, al grito de que quería ver a su esposa y a sus hijos. Cuando policías mujeres que patrullaban la zona intentaron detenerlo, fueron golpeadas y sufrieron varias heridas.

Los policías que se encontraban en el interior del refugio salieron a contener la situación. Entonces, el atacante empezó a chocar el patrullero que estaba estacionado afuera, y arrastró a un agente que intentó subirse al auto para detenerlo. También amenazó e insultó a las mujeres, hijos e hijas que estaban en el lugar. Todos tuvieron que esconderse en una habitación del fondo del edificio para protegerse.

"Imaginen que si este violento hace esto en público, frente a personal policial, las cosas a las que habrá estado expuesta la víctima sin que nadie pudiera ayudarla. Hay varias denuncias en su contra por delitos gravísimos, pero la fiscalía no pidió su detención. Lamentablemente es la historia de todos los días: mujeres muertas por la desidia de la justicia", dijo Marcela Morera, integrantes de Atravesadxs por el Femicidio y madrina del refugio.

El refugio Uguet Mondaca fue fundado por Nancy Uguet, fallecida recientemente, a los 56 años.

Al igual que muchos refugios del pais, aunque no en todos los casos. la ubicación de esos lugares es secreta: por seguridad, cada mujer que pasa por allí firma un compromiso escrito de no difundirla, ni siquiera a sus familiares.




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