23/07/2021

Culturas

La “equis” del género vale lo mismo que la pelusa del durazno

Escribe Juan Manuel Aragón - (Especial para El Diario 24).
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La “equis” del género vale lo mismo que la pelusa del durazno

El Estado Nacional ha tomado la determinación de que, en la parte de los documentos que dice “sexo”, uno escriba “masculino”, “femenino”, o ponga una “equis”, para no decir qué es. Una decisión perfecta.

Dentro de la lógica del estado liberal y positivista, a nadie más que a uno le interesa saber qué hace cuando va al baño o cómo engendra los hijos. Si al llenar un formulario de Rentas le preguntaran si le gusta lo dulce o lo salado, usted diría: “Estos son tontos”. Lo mismo con la pregunta sobre algo íntimo suyo.

La pregunta era válida por el servicio militar obligatorio, cumplido solo por los varones. Igual, por las dudas, el primer día lo hacían desnudar y comprobaban si era cierto. Pero al no existir más el derecho a una instrucción militar masculina, ¿con qué excusa el estado quiere averiguar si alguien es nene o nena?

Quienes defienden el sistema anterior, sostienen: “Habrá problemas con los deportes”. Se responderá que hacer deportes es una acción privada, el estado no debe meterse. No tiene por qué regular los partidos de voley, fútbol o loba, así hombres y mujeres no se mezclan.

También habría que terminar con el matrimonio civil, objeto de discriminación cuando preguntan si alguien es casado, obligándolo a quienes no lo son a responder “juntado”, “concubino”, “machihembrado”. El casamiento es un sacramento de la Iglesia Católica llevado al Registro Civil. Si la ley ya no exige fidelidad entre los cónyuges ni se mete en sus problemas a la hora de hacer el trámite del divorcio, ¿para qué los casa? Si usted quiere, haga una fiestita, festeje porque se va a vivir con su media naranja, pero no meta en gastos al Estado.

Repito, dentro de la lógica del estado liberal y positivista sería lo que corresponde. Dicho de otra forma, si le gusta el durazno, banque la pelusa.

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