Caso Báez Sosa: dictaron perpetua para 5 rugbiers y 15 años para los otros 3

El Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores ha dictado sentencia en el caso del asesinato de Fernando Báez Sosa. Ocho jóvenes, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Luciano, Lucas y Ciro Pertossi, han sido declarados culpables por el tribunal. El asesinato tuvo lugar el 18 de enero de 2020 frente a la discoteca Le Brique en Villa Gesell.

Cinco de los hombres, Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi, han sido condenados a prisión perpetua por el homicidio doblemente agravado por premeditación y alevosía en concurso real con lesiones leves. Los otros tres, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi, han sido sentenciados a 15 años de cárcel como partícipes secundarios del delito.

Después de trece audiencias y la presentación de 87 testigos, se llegó a una sentencia luego de tres años y 17 días de la ocurrencia del hecho. 

El veredicto desató un fuego de emociones en la sala, el cual obligó a la interrupción de la lectura, la evacuación del lugar y la solicitud de un médico.Fue un caso exigente para la Justicia argentina. Se discutían los términos para impartir justicia por un femicidio y emocionó al público general al ser una de las causas más seguidas desde el asesinato de Ángeles Rawson.

Bajo la supervisión del juez David Mancinelli, la fiscalía Verónica Zamboni junto al fiscal Walter Mércuri encargaron la investigación. 95 mil usuarios seguían la trasmisión por Youtube.

El veredicto es unánime

El veredicto fue condenatorio contra todos los acusados. Cinco de los ocho acusados fueron condenados como autores y tres como partícipes secundarios por el crimen de Fernando Báez Sosa.

Cuáles fueron las pruebas contra los ocho imputados

Máximo Thomsen fue indudablemente el acusado más comprometido. Aparte de tener una disputa con Báez Sosa dentro de Le Brique que acabó con su expulsión, se tienen varios videos que lo captan propinando patadas a Fernando mientras éste está en el suelo. Asimismo, varios testigos, entre ellos Tomás Bidonde y Lucas Filardi, declararon haber visto al acusado con golpes contundentes y “pisotones” a la víctima.

Tras un análisis minucioso de la evidencia, una pericia scopométrica descubrió al rugbier como el responsable. Se estableció que el patrón de marcas de su calzado, particular Cyclone negro, coincidía exactamente con una huella impresa en la cara del victimario. 

La perito Haydeé Almirón testificó que esto prácticamente excluía el hecho de que la huella pudiera ser de otra zapatilla ya que, además, la sangre de la víctima fue encontrada adherida a los zapatos.

Ciro Pertossi fue acusado de haber arremetido contra la víctima mientras ésta tenía la espalda desprotegida, de forma que no podía defenderse. Los abogados de la fiscalía y de la víctima coinciden en que Pertossi golpeó al infortunado en su flanco derecho, mientras Enzo Comelli lo atacaba por el lado izquierdo.

Los audios y los mensajes enviados desde el teléfono de aquella noche contienen la advertencia de "no revelar nada a nadie" al grupo llamado 'Delboca3', al que pertenecían todos los acusados. Las búsquedas realizadas en Google entre las 6:21 y las 6:22 y entre las 10:16 y las 10:17 del 18 de enero del 2020 presentan 'Pelea en Villa Gesell' escrito por Pertossi luego del crimen. 

Asimismo, una comunicación direccionada a Ana sobre cómo Máximo y Enzo habían asesinado a una persona. Además, había indicios de sangre de Báez Sosa en los jeans de esa noche.

El ADN de Blas Cinalli se encontró debajo de la uña del dedo meñique de la mano izquierda de Fernando. Los mensajes que él y Ciro Pertossi enviaron aquella madrugada después de cometer el asesinato dejaron al descubierto su sinvergüencería: “Nos peleamos con unos tipos, los destruimos jajaj”; “Creo que matamos a uno”; “Vamos a salir al centro a celebrar”. 

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Améndola declaró que “No hubo ningún signo de remordimiento de ninguno de los involucrados. Por el contrario, se alegraron”.

La fiscalía y el demandante afirmaron que fue Ayrton Viollaz quien dio la orden de comenzar el ataque. Según sus testimonios, él fue quien gritó "¡Ahora es ahora!", cuando observó que la policía se había retirado. 

En los materiales proporcionados al final de las declaraciones, el abogado Fernando Burlando señaló a Viollaz “a pocos centímetros” de Fernando Báez Sosa. Muchos testigos, entre los que se encuentran Julián García y Lucas Begide, corroboraron esta versión expresando que fue quien verbalizó instrucciones llenas de miedo.

Lucas Pertossi documentó el inicio del ataque con su teléfono. “Después de obedecer la orden (de Viollaz), empezó a grabar el video. Duró poco porque interrumpió el registro y guardó el celular para pelear. Una serie de personas lo vieron unirse a Fernando y golpear a los muchachos”, sostuvieron los jueces y el minorista querellante. 

Concluyendo la agresión, Lucas Pertossi regresó al lugar del incidente y envió una charla de voz a sus compañeros diciendo: "Estoy cerca del chico (...) Se acabó".

Las pruebas dedujeron que en tres prendas usadas por Matías Benicelli había ADN de Fernando Báez Sosa (jean, camisa y una de sus zapatillas Nike). El jefe de seguridad de Le Brique, Alejandro “Chiqui” Muñoz, identificó a Benicelli como el agresor que arrancó la patada que dejó a la víctima caída estable; otro testigo declaró haberlo escuchado ordenar "Negro de mierda, vamos, mátenlo". 

Una testigo del Inti Huasi aseguró que escuchó a Benicelli envanecerse repitiendo "Le rompí toda la jeta", y un video también lo confirma, donde se lo ve abrazando a Luciano Pertossi tras el hecho.

Luciano Pertossi fue acusado de su implicancia en la golpiza de Fernando, donde se le vio agachado como si estuviera diciendo algo y también se vio “revoleando patadas y piñas”. Indicios de lo sucedido quedaron en los videos y en el pantalón de gabardina gris que Luciano llevaba puesto ese día, en el que había manchas de sangre de la víctima.