Testimonio de una nueva víctima de los rugbiers: "Me dejaron con el labio partido y costillas fracturadas"

Tras la sentencia del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, ha salido a la luz una nueva víctima que ha denunciado haber sufrido una brutal paliza por parte de los ocho rugbiers condenados el mismo día del homicidio. 

La chica, quien se encontraba en el boliche Le Brique en Villa Gesell momentos antes del ataque, reveló a Crónica TV que fue agredida por los condenados, pero decidió no declarar durante el proceso judicial. 

La joven, oriunda de Rosario, compartió en sus redes sociales lo que le sucedió y, como resultado, recibió amenazas y ataques por parte de grupos defensores de los acusados. "Me dieron golpes en el labio y las costillas", relató, explicando que trató de ayudar a Fernando. 

Además de ser condenados como "coautores" y "partícipes secundarios" del asesinato, los acusados también fueron condenados por "lesiones leves" hacia los amigos de la víctima. Cabe destacar que la identidad de la nueva víctima no ha sido revelada.

Preocupación por el estado psicológico de los Rugbiers en la cárcel

Desde el Servicio Penitenciario Bonaerense ha surgido una creciente preocupación por el estado psicológico de los rugbiers condenados, especialmente los que han recibido la sentencia de prisión perpetua: Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi. 

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Según fuentes de la alcaidía de Melchor Romero, los ocho están bajo una medida de resguardo de integridad física debido a la depresión que están sufriendo, lo que ha generado miedo de que se autolesionen. Además, las fuentes indicaron que existe temor a que intenten quitarse la vida.

¿A cuál cárcel irán?

Los familiares de los rugbiers condenados esperan que se los traslade al Complejo Penitenciario de Campana debido a la cercanía con Zárate, donde residen, y porque hay dos personas cercanas a los condenados en ese lugar: Matías Pertossi, hermano de Lucas, y la hermana de Enzo Comelli, quien trabaja como guardia. 

Sin embargo, debido a sus respectivas condenas, los rugbiers podrían ser separados y enviados a diferentes cárceles. "Nosotros vamos a Campana. Sería mucho más fácil para nosotros, pero escuché que a los chicos que les dieron perpetua los van a llevar a otro lugar (...) a Máximo (Thomsen) seguro lo mandan a otro lado, no sé a dónde, pero sé que lo van a trasladar y estará solo", explicó Blas Cinalli. 

A pesar de que los ocho esperan permanecer en la prisión de Campana, la decisión final recae en el Servicio Penitenciario. Cabe destacar que Campana es uno de los pocos complejos penitenciarios de la provincia de Buenos Aires que no está sobrepoblado.