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Menssenger Kids: la nueva invención de Facebook
Facebook anunció que está lanzando en Estados Unidos una versión de Messenger, su mensajero, especialmente optimizado para que los niños chateen con sus padres y con amigos aprobados por éstos.
La app gratuita está dirigida a niños menores de 13 años, quienes de acuerdo con las reglas de la red social no pueden ser usuarios, aunque a menudo tienen cuentas propias.
Messenger Kids tiene varios controles parentales: por ejemplo, el servicio no dejará que los niños añadan sus propios amigos ni que borren mensajes, cosa que solamente podrán hacer los padres. Y los niños no reciben una cuenta separada de Facebook ni Messenger, más bien es una extensión de las de los padres.
Aunque los niños usan apps de mensajería y redes sociales diseñadas para adolescentes y adultos, esos servicios no están diseñados para ellos, explica Kristelle Lavallee, una experta en psicología infantil que asesoró a Facebook en la creación del servicio.
Messenger Kids, en tanto, "es resultado de ver lo que les gusta a los niños", que son emojis, imágenes y cosas por el estilo. Los filtros y máscaras coloridas pueden ser una distracción para los adultos, dijo Lavallee, pero para niños que apenas están aprendiendo a formar relaciones y mantenerse en contacto digitalmente con sus padres, son formas de expresarse.
Messenger Kids está especialmente desarrollado para que los niños utilicen filtros, máscaras y otros elementos en las fotos.
En un comunicado de prensa, la empresa detalla que "el 93% de los niños de 6 a 12 años de edad en Estados Unidos tiene acceso a tablets o smartphones, y el 66% tiene su propio dispositivo". De acuerdo a estudios realizados entre padres de niños menores de 13 años, tres de cada cinco padres aseguraron que sus hijos usan aplicaciones de mensajería, redes sociales o ambas, mientras que el 81 por ciento reconoció que sus hijos comenzaron a usar redes sociales entre los 8 y los 13 años.
En ese sentido, Facebook sostuvo que lanza el producto pensando en "priorizar a los niños; proporcionarles un espacio seguro que fomente la alegría, el humor, el juego y la aventura; permitir que los niños exploten su propio potencial al desarrollar su confianza, la creatividad y la expresión; ayudar a los niños a construir su autoestima y su sentido de pertenencia; y reconocer la relación entre padres e hijos y que tomamos en serio nuestra responsabilidad y su confianza en nosotros".