13/03/2021

Tucumán

conflicto

¿Por qué no se dejan de joder con el Mercado del Norte?

El intendente y los puesteros se acusan mutuamente mientras el edificio colapsa, según dicen. Y 800 personas se quedan sin trabajo, según dicen.
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¿Por qué no se dejan de joder con el Mercado del Norte?

El Mercado del Norte en pleno centro de San Miguel de Tucumán se ha convertido en estos días otra vez en un foco de conflicto que atañe directamente a los puesteros y a la Municipalidad y de manera indirecta a todos los habitantes de la ciudad.

Un lugar que fue inaugurado el 10 de diciembre de 1939 con una superficie de unos 7.000 metros cuadrados y con unos 200 puestos de ventas hoy está en riesgo de colapso y es motivo de acusaciones cruzadas entre los puesteros y el intendente Germán Alfaro.

¿Yo señor? No, señor. Tomala vos, dámela a mí. El meme del hombre araña se está haciendo un picnic. Se echan la culpa mientras el edificio se viene abajo. Los puesteros dicen que los desalojan porque por atrás hay un negocio inmobiliario y especulativo. Alfaro dice que los puesteros no pagan ni un peso desde hace años. Los puesteros argumentan que 800 personas se quedan sin trabajo y que el intendente solamnte quiere el inmueble para negociados.

¿Quién tiene razón? ¿Los puesteros? ¿El intendente? ¿Los dos? ¿Ninguno?

Si los puesteros tienen razón, al intendente Alfaro no le cuesta nada demostrar mediante ordenanzas o decretos municipales que el inmueble (que es patrimonio histórico de la provincia por la ley 7535) seguirá siendo Mercado y conservará sus características fundamentales. Hecho esto, se sentará con los puesteros y acordarán las condiciones de explotación. No suena tan dificil.

Si los que estaban en el interior dicen que hay 800 personas que quedan sin trabajo lo pueden demostrar de manera sencilla: presentan los papeles de los aportes y pago a los trabajadores. Si Alfaro los acusó de no pagar un peso, simplemente exhiben los recibos de los pagos y lo desmienten.

En cuanto el estado del edificio, es muy dificil de creer que una estructura de tan solo 82 años se esté viniendo abajo. Y si es tanto el deterioro, en esta provincia hay la suficiente cantidad de ingenieros que pueden calcular velozmente cómo se sostiene lo que está afectado y vuelve el espacio físico y los trabajadores (y el centro de la ciudad) a la normalidad.

Pero no. Ahí estamos perdiendo el tiempo. El intendente vociferando en los medios y los puesteros respondiendo en las redes sociales hasta con alusiones a la intimidad del funcionario. Pero para demostrar la verdad, nadie.

Es hora de que gobierno y ciudadanos involucrados se dejen de joder. Sí, de joder! Cumplan con las leyes que es el camino más fácil.

©eldiario24.com




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