07/07/2023

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Fútbol argentino: el desafío de los jugadores libres entre lo deportivo y el deber ejemplar

Boca, River, San Lorenzo, Independiente, Racing y otros clubes de la Liga Profesional en crisis por la partida de estrellas sin costo. ¿Cuál es la estrategia de cada uno?

En los últimos tiempos, es común que los clubes pierdan jugadores importantes porque deciden no renovar sus contratos. Esto ocurre tanto en los clubes grandes como en los medianos y pequeños. 

Además, esta no es solo una problemática del fútbol argentino, sino que la situación económica del país agrava esta tendencia creciente. La oferta para los jugadores es tentadora, ya que pueden recibir una suma considerable de dinero por una transferencia. A diferencia de lo establecido por Futbolistas Argentinos Agremiados, que les otorga el 15% de la venta, ellos se quedan con el 100% al ser dueños de sus pases.

Frente a esta situación, existen posturas divergentes. Algunos clubes se enfrentan a esta situación y "cuelgan" a los jugadores que no desean renovar, mientras que otros los utilizan hasta el último momento. También hay clubes que incluso los premian. 

Boca Juniors es un ejemplo de los primeros, como se vio en los casos recientes de Agustín Rossi, quien ahora juega para Flamengo, y Agustín Almendra, quien firmó con Racing tras tener problemas con Sebastián Battaglia, cuando era el entrenador del club.

Cuando Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol de Boca se enteraron de que estos jugadores no iban a renovar, decidieron que no jugaran más en el club. A pesar de que el arquero era una pieza clave, optaron por "colgarlo" y justo en ese momento llegó una oferta de préstamo desde Arabia Saudita, lo que permitió al club recibir un millón de dólares. 

Un desenlace similar ocurrió la temporada pasada con Cristian Pavón, quien se fue a Atlético Mineiro a mediados de 2022. Banfield es otro ejemplo de esta postura, ya que decidió que Gregorio Tanco y Juan Manuel Cruz, quienes quedan libres al finalizar el año y no renovaron contrato, entrenaran con la Reserva desde febrero pasado. 

Huracán hizo lo mismo con Lucas Merolla, quien era un jugador clave para Diego Dabove. Esta es una forma de tomar una postura firme y enviar un mensaje contundente al resto del equipo: "Quien no renueva, no juega más". Esta medida puede tener tanto seguidores como críticos, y tampoco garantiza que no vuelvan a surgir casos similares en el futuro.

En River Plate, ha habido posturas encontradas en los últimos años. Por ejemplo, el colombiano Rafael Santos Borré, valorado en 17 millones de euros según Transfermarkt al momento de irse del club en libertad, siguió jugando hasta su último día. 

Tal vez prevalecieron los títulos obtenidos y el afecto de los fanáticos, aunque tuvo el "gesto" de donar dos millones al dejar el club. Sin embargo, Fabrizio Angileri y Benjamín Rollheiser tuvieron una suerte diferente. 

Ambos jugadores fueron apartados del plantel profesional por no renovar sus contratos antes de irse con los pases en su poder, ya que el club ahora está dirigido por Jorge Brito.

En Racing, este año se vivió una historia complicada con el jugador paraguayo Matías Rojas, quien fue la figura destacada del equipo. Después de varios intentos de renovación, Rojas decidió marcharse a Brasil para jugar en el Corinthians. 

Sin embargo, Fernando Gago, con la aprobación de Víctor Blanco, lo mantuvo en el equipo hasta que finalizara su contrato. Incluso el 29 de junio, Rojas fue titular y anotó un gol en la victoria aplastante contra Ñublense en la Copa Libertadores.

Independiente no fue una excepción en cuanto a jugadores que se van en libertad de acción. En enero de este año, perdieron a Alan Soñora, quien decidió continuar su carrera en Juárez, México. Soñora también jugó hasta el final de su contrato con el club.

Siguiendo la misma línea de utilizar a jugadores que partirían pronto, San Lorenzo tuvo el caso de Federico Gattoni. El equipo sabía que lo perdería en menos de cuatro meses, así que decidieron venderlo en febrero al Sevilla por una suma de 1.5 millones de dólares, a modo de compensación. 

Esto sucedió después de que el jugador viajara a Europa sin permiso del club y en pleno torneo para acelerar su salida. Técnicamente, Gattoni no se fue en libertad de acción, pero en San Lorenzo todos comprenden la situación debido a la gran proyección del jugador, cuyo valor es cuatro veces mayor a la suma por la que fue vendido. 

Aquí entra en juego la necesidad: Rubén Darío Insua, consciente de que Gattoni era una pieza clave y de que no habría refuerzos, fue determinante para que el jugador continuara participando en los partidos, a pesar de la intención de algunos directivos de "colgarlo". 

Lo sorprendente ocurrió después de su partida: en el último partido contra Rosario Central, el pasado fin de semana, Gattoni estuvo presente y recibió una plaqueta del club en su despedida.




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