“Uno no se da cuenta hasta qué punto está tomado por ese virus que es el machismo"

Un día de la semana por la mañana, en una casa de Uruguay, Raúl Castro de la murga Falta y Resto se acerca a una estufa con una lapicera y una hoja en blanco para hacerle honor a su apodo de “Tintabrava”, al rato levanta la cabeza y recibe un mate de su compañera Natalia y aprovecha para preguntarle porque tiene dudas sobre hasta dónde puede la murga opinar sobre la situación en Argentina, y al rato se suma el “Mono” Osvaldo Da Costa a meter un bocadillo infalible como en los espectáculos. En eso suena el teléfono y empieza esta entrevista.

El “Flaco” Castro se acerca a los 70 años y sigue comandando la murga con la vitalidad de siempre, sigue pensando en el futuro y creando nuevas obras. Cuando se le consulta por el episodio que puso en riesgo su salud hace dos años afirma que “Ya fue superado eso, fue un trance difícil, estuve 19 minutos en otro lado digamos, apagado, con un paro cardíaco respiratorio, con el corazón detenido, pero bueno, se ve que ya tenían letrista allá donde me mandaron porque me mandaron de vuelta. Y acá estoy, muy bien, feliz”. Y ahí nomás agrega “el grupo está muy fuerte, con muchas ganas de visitar Tucumán, que hace muchos años que no vamos y que realmente es un lugar que nos quedó en el corazón”.

La Falta y Resto estará presentándose el próximo domingo 22 de julio en el Teatro Mercedes Sosa, y como a cada visitante que llega a la provincia, ese nombre moviliza hilos especiales.

“(Mercedes Sosa) es la mujer que de alguna manera acunó nuestra respuesta cultural, y cuando digo ‘nuestra’ hablo de un sector muy grande de los latinoamericanos, que éramos muy jóvenes cuando ella nos hacía despertar, y que después se transformó en un ícono que atravesó las edades, las posiciones sociales, las diferentes influencias culturales, no hay que olvidarse que Mercedes Sosa llevó el canto de su tierra al mundo entero, entonces nada más orgulloso para la Falta que cantar en un teatro que lleva su nombre”.

Falta y Resto llega a Tucumán con un espectáculo, La Misa Murguera, claramente marcado por la lucha feminista, no solo desde la decisión histórica de integrar medio plantel de mujeres sino desde su contenido. “Uno no se da cuenta hasta qué punto está tomado por ese virus que es el machismo, con el que nacemos, nos desarrollamos y nos criamos, hasta que empieza a ponerse en posiciones que la lucha feminista propone, y cuando empieza a darse cuenta de eso, es como que se empieza a abrir una ventana primero, a pasar las patas por arriba de la ventana, a meterse en un mundo diferente, y darse cuenta que se estaban perdiendo todas unas simbologías, una forma de vivir, una forma de aceptación de la realidad totalmente novedosa, y mucho más hermosa. Yo digo a partir de este cambio que hizo la Falta, que el machismo es el individualismo, y el feminismo es la solidaridad, creo que nos hemos dado cuenta que la mujer se debería haber introducido en la murga muchísimo antes, porque todo lo que hemos logrado a partir de eso ha sido increíble”.

Castro habla de los cambios que se produjo hacia el interior de la agrupación, sin embargo afuera, la lucha contra los vicios del patriarcado se reflejan de igual manera y Castro admite que “nosotros somos solo parte de una lucha, creemos que es válida, y que además es un poco levantar, cuando hablábamos de Mercedes Sosa, hablábamos de esas banderas, un poco levantar las viejas banderas de justicia social, que sigue levantando el feminismo hoy, y que estaban tan caídas a veces”.

¿Y cuáles son las herramientas que aporta la murga en estas luchas sociales? “El humor es la gran bandera, el humor es el ariete, el lugar donde empieza todo, porque si la gente abre su corazón después de la risa, uno logra que la gente se sonría, que la gente vea esa sorpresa que provoca el buen humor, el humor bien dicho, el humor inteligente, es mucho más fácil entrarle después con un discurso ideológico y político que sí la murga lo tiene y es uno de sus orgullos”. Y entonces clara, como tomando las palabras de su compañera en aquella discusión del principio que “para ser murguistas tenemos que hablar de política. En este caso del feminismo, que es un tema netamente político, no hablando de política partidaria sino de política social, el feminismo y el machismo están representados en un cuplé, que es el cuplé de género en el cual yo participo donde hago el papel de un machista que se enamora de una feminista y ahí se arma un quilombo tremendo”.

Donde la Falta armó otro lio importante, fue en la actual edición del Carnaval de Uruguay, donde primero sorprendieron con la inclusión por primera vez de seis mujeres al coro, y después mayor fue la sorpresa cuando el jurado los dejó afuera de las 10 finalistas, ya con algunos meses de distancia, Castro reflexiona:

“El Carnaval es un crisol de opiniones hermoso, hay de todo ahí, hay todo tipo de opiniones y eso es lo más hermoso que tiene, su diversidad, hay un millón de colores, la Falta es una forma de encararlo, nada más. Con respecto al concurso, sí hay todo un tema acá, como en los liceos cuando llega fin de año que hacen que los grupos hagan una obrita de teatro, acá se lo toman muy a la tremenda, como si fuera muy importante que cuatro o cinco personas, que en realidad sus carreras tampoco los avalan demasiado, sean los jurados de esta burocracia y te digan qué puesto ocupás, nosotros por suerte siempre estuvimos del lado del frente del poder, sea de izquierda, de derecha, de arriba, de abajo, del centro y de adentro”.

“por eso si vas a ver la vitrina del palmarés, no encontrarás copas oxidadas, capaz que encontrás el corazón de la gente y mucha fidelidad de su hinchada sobre todo”.

Con respecto a lo que se viene, material que el “Flaco” Castro escribe en este mismo momento acompañado por Natalia y el Mono y mate en mano, adelanta que “la posición de la Falta ha sido siempre jugarse, a pesar de que a veces lo vean como una intromisión un poco demasiado, porque nosotros hacemos una referencia al candidato de la derecha uruguayo, que es probable que gane las elecciones de repente, y dijimos ‘tengan cuidado, miren lo que pasa en la Argentina”.

Respecto a este último comentario aclara, “no sé si es políticamente correcto, pero es lo que hacemos, decimos lo que pensamos, en este caso concreto, nuestra mayor de las solidaridades al pueblo argentino porque por lo que yo estoy enterado está viviendo un momento muy difícil, y la murga, que es una forma de transformar la realidad en alegría, si algo le puede ayudar, para pasar un rato por lo menos, y hacerlos reflexionar sobre algo y darles buen humor, bueno ¡Para eso vamos!”

Tintabrava resalta que la murga es un género “que se hace con mucho amor, que se trata de ponerle mucho talento y mucha ternura a la cosa” y ya metiéndose de lleno al espectáculo que veremos en Tucumán,  cuenta que “esta Misa Murguera, de lo que se trata el argumento es tratar de que baje el Dios Momo, que descienda al escenario justamente para eso que te estoy diciendo, entendiendo que si baja el dios Momo, el Carnaval nos va a sacar un poco del bajón, nos va a colocar en otro plano de la alegría, nos va a dar un consejo de felicidad”.

“Y bueno todo lleva a que la murga salga a la calle a cantar con la gente, con los ojos llenos de lágrimas o con el corazón lleno de alegría, eso es lo que vamos a pretender en el teatro Mercedes Sosa”.

Falta y Resto estará presentándose este domingo en Tucumán con su espectáculo "Misa Murguera" el próximo domingo 22 de julio.

Como no podía ser de otra forma, el fútbol y el Mundial se mezclaron en la charla, y la reflexión de Castro no se puede dejar pasar:

Vos sabés que Pelé decía que al norte del Ecuador, te tiran una pelota y la agarras con la mano; y al sur del Ecuador te tiran una pelota, la parás con el pecho, y la bajás con el empeine. Nosotros vivimos acá en el sur y sabemos de qué se trata, somos todos futboleros, los uruguayos en la cuna al lado del chupete hay una pelota de fútbol, o sea no hay vuelta, no hay posibilidad de que no esté el fútbol siempre presente. Es la metáfora más grande que utilizan los escritores, las escritoras, todo se habla con idioma futbolero, porque la vida misma se compara con el fútbol.

Yo pienso que me gustaría mucho que hubiésemos llegado a una final, uruguayos y argentinos, me hubiese encantado, creo que el fútbol es amor, es paz, es honestidad, es comunión, el fútbol no es violencia, al contrario, el fútbol es la violencia y la guerra sublimadas, es lo que inventamos los seres humanos para jugar a la guerra pero sin lastimarnos, entonces a mi me encanta que los uruguayos y los argentinos sigamos siendo, a pesar de que no estamos entre los cuatro primeros, sigamos siendo una referencia mundial con estrellas por todos lados.

Obviamente que me hubiera gustado ganarles si nos llegábamos a cruzar en una final, pero también te digo que grité el gol del fideo Di María, cuando la clavó en el ángulo, porque fue como, viste, sacarme una bronca, de que a veces la sociedades nos agarramos con un tipo, como un culpable de algo, de nuestras propias miserias, y porque un tipo le pega mal a una pelota, o porque un tipo anda mal en un momento determinado, ya lo catalogamos y lo tildamos, cuando el fideo la puso en el ángulo dije ¡Qué golazo! Lo grité, me hizo hincha de la Argentina más de lo que ya era, ya te digo que mi compañera es argentina. Pero bueno, no llegamos. Como dice Tabárez, ‘el camino es la recompensa’ y ya empezó el camino hacia el Mundial de Qatar, así que vamo’ arriba Argentina y vamo’ arriba Uruguay. ©ElDiario24