02/07/2018

El mundo

Elecciones

La izquierda llega al poder en México de la mano de un político de experiencia

Según los resultados oficiales y las proyecciones de los boca de urna, Andrés Manuel López Obrador se impone en los comicios mexicanos con más del 50 por ciento de los votos.
La izquierda llega al poder en México de la mano de un político de experiencia | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

López Obrador fue elegido presidente de México con más del 50 por ciento de los votos.

Fue un día histórico para la democracia mexicana y que sin duda marcará un nuevo rumbo político en toda Latinoamérica, pues este domingo fue electo presidente de México Andrés Manuel López Obrador, según los primeros cómputos y varias encuestas de boca de urna, lo que lleva a la izquierda a gobernar en ese país por primera vez en la historia.

En su tercer intento consecutivo de alcanzar la silla presidencial, AMLO, como se lo conoce entre los mexicanos, se presentó como el candidato antisistema y obtuvo más del 50% de los votos. Más de veinte puntos por delante de su rival Ricardo Anaya, impulsado por una coalición de derecha e izquierda (PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano) y aún más de José Antonio Meade, del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien aparece en un lejano tercero.

Según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral, logró entre el 53% y 53,8% de los votos, por delante de Anaya (22%-22,8%) y Meade (15,7%-16,3%). Es decir que López Obrador es el presidente con mayor respaldo de la historia de México. Sus dos rivales, ya reconocieron la derrota y felicitaron al ganador.

A los 64 años, el líder de Morena promete una transformación a la altura de la Independencia, la Reforma y la Revolución.

México ha dado en las urnas la espalda al legado de Enrique Peña Nieto, encarnado en José Antonio Meade y ha rechazado el cambio que proponía Ricardo Anaya. Lo ha hecho de manera abrumadora en una jornada democrática como se recuerdan pocas: sin apenas incidentes que resaltar; sin acusaciones de fraude de ida y vuelta. Una tranquilidad pasmosa, comparada con el turbulento día a día que azota el país.

La contundente victoria de López Obrador pone patas arriba el sistema tradicional de partidos de México. Desde 1988, la política mexicana ha girado principalmente en torno al partido hegemónico PRI; el conservador PAN y el progresista PRD. Todo eso puede quedar reducido a cenizas. Tan significativa es la victoria del líder de Morena como la derrota del resto de partidos. La irrupción de Morena, la formación creada ad hoc por López Obrador, como principal fuerza en el Congreso, pone a la izquierda ante un reto ingente, en la medida en que el triunfo lo ha logrado en coalición con un partido, Encuentro Social. En el polo ideológico opuesto, la formación evangélica se prepara para tener en el Congreso un peso que jamás había soñado.

Más incierto será el camino para el PRI y el PAN. En el caso del tricolor, no solo abandonará el Gobierno el próximo 1 de diciembre. Al mal resultado de Meade se suma, a falta de resultados concretos, la más que previsible pérdida de poder a nivel local, lo que obliga al partido que está en el imaginario de todos los mexicanos desde hace décadas a iniciar una travesía en el desierto. Nunca antes el PRI se ha visto ante este escenario. La apuesta por Meade, un tecnócrata con amplia trayectoria en el Gobierno con el que Peña Nieto pretendía contener el desgaste de su administración y del partido, resultó un fiasco. La losa era demasiado pesada. Además, las fracturas internas volvieron inviable una campaña condenada al fracaso desde el inicio.

Las elecciones ponen fin a la campaña electoral "más sangrienta" de la historia reciente de México, con al menos 145 políticos asesinados desde septiembre (de ellos 48 eran precandidatos y candidatos), cuando se inició el proceso electoral, según la consultora Etellekt.

Un número significativamente mayor al registrado en 2012, cuando nueve políticos y un candidato fueron asesinados. (Chicago Tribune / El País)

 

 




Recomienda esta nota: