Argentina
La calle está dura, mejor usá bien el casco
Corresponsalía Santiago del Estero. En un inútil —y estúpido— acto de rebeldía, muchos motociclistas de Santiago del Estero cumplen con la obligación de llevar casco, pero no se lo atan bajo la barbilla, sabiendo que eso y no tenerlo puesto es exactamente lo mismo, pues será lo primero que volará lejos si tienen la desgracia de chocar.
A partir del año 2014, el gobierno de la provincia hizo un compromiso firme con las leyes del tránsito, obligando a todos los motociclistas a circular con el accesorio colocado. Desde entonces la Policía viene haciendo exhaustivos controles, reteniendo los vehículos de los infractores, hasta tanto abonen una jugosa multa. Estos procedimientos dieron el resultado esperado, de tal suerte que hoy, cada vez que se hace alguno, son escasos los vehículos secuestrados.
Como haciéndose burla a ellos mismos, los motociclistas cumplen con la ley llevando el casco, pero al no llevarlo atado, quedan tan desprotegidos como si no llevaran. Testimonios de policías que actúan en choques de vehículos, dan cuenta de que, posteriormente, casi siempre se encuentra un casco en las inmediaciones: salió volando por los aires con el impacto, mientras la cabeza de su dueño comprobó fehacientemente la solidez del pavimento.
En una palabra, sin casco o con el casco sin prender, cuando chocan, los motociclistas santiagueños son el vivo testimonio de que la calle está dura.