23/04/2018

El mundo

Nicaragua: Ortega deroga reformas tras crisis que dejó 28 muertos

El presidente firmó un decreto para revocar la polémica medida que modificaba el sistema de pensiones y que desató una ola de protesta social, encabezada por estudiantes. Sin embargo continúan las manifestaciones y reclaman la renuncia del mandatario.
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A pesar del anuncio continuaban las protestas y pedidos de renuncia al presidente en el país centroamericano.

El presidente de Nicaragua Daniel Ortega anunció este domingo la revocatoria de la reforma al seguro social, que originó la violenta ola de protestas que dejaron al menos 24 muertos.

 

En un encuentro con empresarios de zonas francas, Ortega dijo que el Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS) tomó la decisión “revocando la resolución anterior del 16 de abril pasado, que fue la que sirvió como detonante para que se iniciara toda esta situación” de protestas.


En esa fecha, el organismo de seguridad social reformó el sistema de pensiones para incrementar las contribuciones obreras y patronales con el fin de darle estabilidad financiera al sistema de pensiones. La reforma desencadenó una oleada de protestas que hundieron a Nicaragua en el caos, con violentos choques entre manifestantes y policías, saqueos de negocios y destrucción de edificios públicos.


“Quiero comunicarle al Pueblo nicaragüense que en estos momentos estoy recibiendo ya el Acta 318 del Consejo Directivo del Instituto Nacional de Seguridad Social… esta Resolución que estoy dando a conocer en estos momentos, que acaba de aprobarla el Consejo Directivo de la Seguridad Social, lo que está haciendo es revocando, o sea cancelando, poniendo ya a un lado la resolución anterior del 16 de Abril del Año 2018, que fue la resolución que sirvió como detonante para que se iniciara toda esta situación de protesta”, dijo en su discurso Ortega del domingo pasado, según reproduce el diario La Prensa de Nicaragua.




La reforma contemplaba aumentar la tasa de contribución de los trabajadores y empleadores, reactivar una deducción de 5 por ciento en las pensiones, cambiar la fórmula de cálculo de las nuevas pensiones y eliminar el salario máximo de los cotizantes, como medidas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para salvar de la quiebra dicha entidad, que en 2017 cerró en su quinto año en crisis.


El decreto que no fue bajo consenso, provocó que la empresa privada, los jubilados y sindicatos emitieran su opinión de inconformidad. Posteriormente el día jueves 19 de abril desató el primer día de protesta por jóvenes, estudiantes, activistas y miembros de la sociedad civil, que comenzaron a ser reprimidos por la Juventud Sandinista, la Policía Nacional y en los últimos días se sumó el Ejército de Nicaragua.


Sin embargo, a pesar del nuevo anuncio Ortega continúa bajo presión. El Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), que ha sido aliado de Ortega en sus 11 años en el poder, mantuvo la convocatoria a una marcha contra el gobierno para este lunes, mientras los estudiantes que iniciaron las protestas insisten en que no cesarán su movimiento.


"Las protestas ya no son solo por el INSS, es contra un gobierno que nos niega libertad de expresión, libertad de prensa y de manifestarnos pacíficamente", declaró Clifford Ramírez, un estudiante de Ciencias Políticas de 26 años que participó en el inicio de las marchas. "Creemos que ya no hay espacio para el diálogo", agregó Ramírez en una conversación telefónica.


Las manifestaciones iniciadas por estudiantes recibieron apoyo de pobladores de barrios que salieron a sonar cacerolas, obreros y jubilados disconformes con la corrupción que ven en el gobierno y el deterioro en sus condiciones de vida.



 

Las protestas recrudecieron el fin de semana, con barricadas de piedras y cubiertas incendiadas en las calles, mientras turbas saquearon comercios en varios puntos de la capital. El gobierno recurrió a las fuerzas antimotines para controlar las protestas, y según los manifestantes, usaron armas de fuego en su contra.


Ortega comparó a los manifestantes con los pandilleros que siembran el terror en el norte de Centroamérica y adelantó que "esto que está sucediendo también nos obliga a los nicaragüenses a poner en nuestra agenda el combate a las pandillas".


INSS

 

La violencia generó respuestas de consternación de la comunidad internacional, con llamados a la calma y al respeto de los derechos de manifestación de parte del papa Francisco, la Unión Europea, Estados Unidos y México.


La noche del domingo, horas después de que el presidente diera marcha atrás en las controvertidas reformas, las barricadas se mantuvieron en varios sitios de la capital, mientras que estudiantes de la Universidad Politécnica, Upoli, denunciaron que fuerzas antidisturbios los atacaron por la noche, cuando mantenían una vigilia en honor a sus compañeros muertos tras cinco días de manifestaciones y represión oficial.


El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) modificó la lista de víctimas mortales y confirmó la cifra de 25 muertos, aunque este dato puede aumentar dada la cantidad de detenidos o considerados desaparecidos. Entre ellos está Ángel Eduardo Gahona, periodista del Caribe, que murió de un disparo en la cabeza mientras cubría las manifestaciones. Gonzalo Carrión, director jurídico del Cenidh, aseguró que estaban tratando de verificar los nombres de las personas detenidas. También denunció que hasta el centro llegaban padres desesperados por conocer el paradero de sus hijos. "El trato que les dan las autoridades es inhumano y criminal", dijo Carrión al diario español El País. (AFP; El Tiempo; El País)




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