12/06/2013
El mundo
Una mujer confiesa que ama la sangre y que toma dos litros por mes
La conocen como la “vampiresa”, asegura que su extraña adicción la mantiene bella y saludable.
Julia Kepls tiene 45 años, esposo y dos hijos. Podría parecer una mujer normal, salvo por su extraña obsesión de beber sangre. Reside en Wilkes Barre, Pensilvania, y confiesa que todo comenzó cuando a los 15 años accidentalmente mordió a su novio en los labios.
La "vampira" asegura que tras percibir el sabor de la sangre, inmediatamente empezó a tener una fuerte atracción por el líquido, lo que más tarde se convirtió en una verdadera adicción.
"Una especie de instinto extraño me forzó a hacer esto. Cuando mordí la piel, inmediatamente noté este sabor seductor", dijo Julia citada por medios locales. Por desgracia, "después del beso mi novio no volvió a llamarme", agregó.
"Sé que la sangre humana no es muy nutritiva. Sin embargo, su consumo regular ayuda a que me sienta mejor mental y físicamente", aseguró la exótica mujer.
Para calmar su sed, la "vampira" establece contacto con personas que estén dispuestas a donar sangre para ella, además de adquirirla en locales clandestinos de la ciudad "especializados en el vampirismo".