28/11/2016

El mundo

Al menos nueve heridos tras un tiroteo en Estados Unidos

El ataque se produjo en la Universidad de Ohio, la segunda universidad pública más grande de Estados Unidos. Dos personas han sido arrestadas y un sospechoso abatido.

Nueve personas han resultado heridas tras un ataque este lunes en la Universidad de Ohio, la segunda universidad pública más grande de Estados Unidos. Dos personas han sido arrestadas y un sospechoso abatido, según explicó el presidente de la universidad, Michael Drake. Una de las víctimas se encuentra en estado crítico.


Según explicó Drake, "un coche se subió a la acera y golpeó a varias personas. Acto seguido, el conductor se bajó del vehículo y comenzó a acuchillar a otras personas hasta que un policía de la universidad acabó con la vida del atacante".


El presidente Barack Obama ya ha sido informado de los detalles del ataque, precisó el diario El País. El gobernador de Ohio, John Kasich, mostró en un comunicado sus condolencias hacia las víctimas y la comunidad universitaria, y aplaudió la rápida respuesta de las autoridades al ataque.


La primera alerta fue enviada por la universidad a través de Twitter, informando de la presencia de un tirador en uno de los edificios del complejo educativo. Aunque la investigación sigue en proceso, no se ha encontrado ningún arma en posesión del atacante. El mensaje ordenó a los estudiantes a “correr, esconderse y pelear”. Dos mensajes más continuaron advirtiendo a los alumnos de que continuaran resguardados.


Héctor Iglesias, estudiante de la universidad, explicó en una conversación telefónica que profesores y estudiantes se resguardaron en las clases con las luces apagadas, las persianas bajadas y los muebles bloqueando la puerta. Iglesias, que vive a tres manzanas del campus, dijo que a menudo reciben instrucciones sobre cómo actuar en este tipo de situaciones.


"Mi compañero de cuarto y yo escuchamos unos tres o cuatro disparos y poco después ha llegado la policía y ambulancias", explicó a CNN un estudiante de 19 años.


El hecho, que ocurrió en el campus de la universidad en Columbus (Ohio) pocos minutos antes de las 10 de la mañana, sigue bajo investigación aunque la zona ya ha sido asegurada. Las clases programadas para el resto del día han sido canceladas.




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