03/03/2017

El mundo

Bankong

La torre fantasma y las ambiciones desmedidas

El rascacielos de 49 pisos debió ser un condominio de lujo para los nuevos ricos en Bangkok, pero nunca fue terminado por el estallido de la crisis económica que estremeció a Asia en 1997.
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La torre Fantasma de Bankong

En el boom de los años 90 surgieron numerosos rascacielos que cambiaron la silueta de Bangkok y había grúas por todos lados. El arquitecto y empresario de la construcción Rangsan Torsuwan tenía dinero para regalar. Hasta que llegó lo que los tailandeses llaman la crisis del "Tom Yum Goong", aludiendo a una sopa picante. Comenzó cuando el gobierno devaluó inesperadamente el baht, la divisa local. Los inversionistas sacaron su dinero tan rápido como pudieron y desataron una crisis regional.

Originalmente llamada "Sathorn Unique" es visitado diariamente por decenas de extranjeros, que observan atónitos el esqueleto decrépito de la estructura. Hoy se le dice la "Torre Fantasma" . . Es un monumento a los errores del pasado, un objeto curioso que atrae a numerosos visitantes.

Cerca de la entrada hay un desvencijado santuario improvisado. Junto a cenizas de incienso hay una imagen amarillenta del finado rey de Tailandia luciendo sus mejores galas. También unas botellas viejas de Red Fanta, la bebida preferida del fantasma, según el guardia Suwaschai Dadaelor.

Unos 500 proyectos de construcción importantes --desde centros comerciales hasta trenes elevados-- fueron interrumpidos.

La mayoría se completarían más adelante. Pero no el de la Torre Fantasma. Rangsan fue acusado en 1993 de tratar de asesinar al presidente de la Corte Suprema. El caso se prolongó eternamente hasta que fue hallado culpable 15 años más tarde, para ser luego exonerado. A esa altura los potenciales inversionistas no querían saber nada con el proyecto.

La estructura de 185 metros (607 pies) es uno de los rascacielos abandonados más altos del mundo, superado solo por el Hotel Ryugyong de Corea del Norte, de 105 pisos, que está en construcción desde 1987.

La Torre Fantasma pasó a ser un objeto llamativo, que llegó a atraer cientos de turistas diariamente, quienes pagaban unos seis dólares para que los guardias los dejasen deambular por las ruinas, tomarse fotos y videos e incluso hiciesen fiestas en el techo.

En abril del 2015 dos corredores parkour veinteañeros publicaron videos en YouTube en los que se los ve recorriendo el edificio, dando volteretas junto a las columnas y colgando de los balcones. El video se hizo viral y empezó a atraer a aventureros y exploradores urbanos deseosos de una experiencia singular.

Hace algunos años, un sueco de 30 años, Stig Johan Kristian Hammarsten, se ahorcó en el 43er piso. Su cadáver fue encontrado semanas después, putrefacto, lo que ayudó a cimentar la fama de edificio embrujado.

Suwaschai, el guardia, dice que rinde homenaje a los fantasmas todos los días para no ser acosado por ellos. Asegura que uno lo observó desde detrás de una columna. Dice que se trataba de una imagen difusa de un obrero fornido, con pelo negro, vestido solo con un taparrabos. Otro lo tomó y lo hizo levitar una vez que estaba enfermo.

Se dice que para construir el proyecto de Rangsan se destruyó un viejo cementerio, lo que aumenta la mística del lugar.

La estructura es objeto de varias demandas que se están dilucidando en los tribunales y es poco probable que vaya a ser demolida a corto plazo. Los inspectores aseguran que su estructura de cemento reforzado sigue siendo sólida a pesar del paso del tiempo y el azote de las tormentas.




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