07/05/2017

El mundo

Tailandia tiene un campeonato de lucha para ver qué preso quedará libre

La competencia consta de cinco combates (cifra que puede variar), en los que los reos se van eliminando hasta llegar a la final, en la que deben pelear contra un boxeador profesional de Muay Thai.

"Perdí el control. Estaba borracho y lo maté", aseguró Noy Khaopan, quien tenía que haber cumplido una condena de 11 años por apuñalar en la cabeza a Anirut Vanichyaron, un estudiante de secundaria, en los festejos de fin de año en 2010.


Pero durante su estadía en la cárcel de Ayutthaya, a 80 kilómetros de Bangkok en Tailandia, se introdujo en el programa "Prison Fight" y quedó en libertad, después de pelear por ella, en un torneo de Muay Thai.


Para entender por qué se lleva a cabo este torneo, primero hay que conocer la historia de Ayutthaya y su vínculo con la modalidad de lucha tailandesa.


Todo se remonta a 1764, cuando los birmanos provocaron "la caída de Ayutthaya". Hubo miles de muertos y otros tantos esclavizados. En ese último grupo estaba Nai Khanom Thom, "el padre del Muay Thai".


Durante una celebración birmana, los asiáticos quisieron demostrarle a su rey cómo el "boxeo birmano" era absolutamente superior al Muay Thai. Los esclavos eligieron a su mejor peleador.


Khanom Tom salió a escena, derrotó con facilidad a su oponente y Derribó a nueve luchadores más. El rey de Birmania reconoció su valor y le concedió la libertad, tanto a él como a los demás.


Desde ese momento, el 17 de marzo es sagrado para los Thai. A partir de allí, los funcionarios de prisiones del país lo convirtieron en su inspiración para crear, años después, el "Prison Fight".



La prisión de Khao Prik es una de las principales sedes en las que se practica este torneo, creado en 2012, y que según su página web PrisonFight está orientado a "dar a los presos un objetivo, una esperanza".


La competencia consta de cinco combates (cifra que puede variar), en los que los reos se van eliminando hasta llegar a la final, en la que deben pelear contra un boxeador profesional de Muay Thai. La única condición para participar del programa es que deben estar cumpliendo una condena de larga duración.


Uno de los casos más relevantes fue el del luchador de Muay Thai profesional Cody Moberly, quien fue la víctima del asesino Khaopan, que con su victoria en el torneo consiguió el indulto.


"Cuando les contábamos a los padres del adolescente, el padre quería matar a Noy. La madre estaba inconsolable de dolor. No piensan que es justo liberarlo", comentó Micah Brown, creador del documental "Prison fighters: 5 rounds to freedom".


Desde su creación en 2012, ya son varios los que pudieron salir de prisión. Chalernpol Sawangsuk es otro recluso que fue exonerado tras vencer al boxeador británico Arran Burton.


"No luchan por dinero, luchan por su libertad", detalló Dave Leduc, peleador profesional canadiense, y agregó: "Yo sólo lucho por el honor y la gloria".


En respuesta a la polémica que generó en todo el mundo, las autoridades asiáticas argumentan que el Muay Thai en Tailandia es poco menos que una religión, y que sus reclusos continúan siendo humanos y merecen una oportunidad. También aseguraron que los problemas internos tales como el uso de drogas y los comportamientos violentos disminuyeron notablemente.





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