06/09/2017

El mundo

Finalmente, las pruebas de ADN confirmaron que Pilar Abel Martínez no es hija de Salvador Dalí

La tarotista sostiene que su madre tuvo un romance con el pintor en la década del 50 cuando trabajaba como mucama en su casa. La Fundación Gala-Dalí señaló que "se pone fin a una absurda y artificial polémica".

Las pruebas de ADN determinaron que Pilar Abel Martínez no es hija de Salvador Dalí
La tarotista de 61 años clamaba ser la hija del artista
MIÉRCOLES 06 DE SEPTIEMBRE DE 2017 • 15:25Martín Rodríguez YebraSEGUIRLA NACION
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Así se iniciaban las tareas de exhumación de la tumba de Salvador Dalí que descansa en el interior del Museo
Así se iniciaban las tareas de exhumación de la tumba de Salvador Dalí que descansa en el interior del Museo. Foto: Albert García
MADRID.- La tesis de que Salvador Dalí tuvo una hija no reconocida se derrumbó ayer definitivamente al conocerse los resultados del análisis de ADN al que fueron sometidos restos del genio del surrealismo por orden judicial.
Las pruebas descartaron de manera taxativa que la astróloga Pilar Abel Martínez, de 61 años, tuviera algún grado de parentesco con el pintor. Por la demanda de paternidad presentada por ella, un tribunal dispuso en julio que se exhumara el cadáver embalsamado de Dalí, en una ceremonia que concitó una inmensa expectación internacional.
La Fundación Gala-Salvador Dalí, que gestiona el legado del artista, celebró la noticia con un comunicado en el que destacó: "La inusual e injustificada decisión judicial de practicar la exhumación se confirma como totalmente inadecuada y desproporcionada, poniendo en evidencia su total improcedencia y la inutilidad de los costes y perjuicios de todo tipo que ha ocasionado".
El pintor tendrá que ser desenterrado una vez más en los próximos días para devolver al féretro el material recogido por los forenses (pelos, parte de huesos y uñas) para llevar a cabo el cotejo genético. Así otra vez habrá que montar un operativo especial en el museo Dalí de la ciudad de Figueras (Cataluña), donde fue sepultado al morir, en 1989.
Pilar Abel Martinez
Pilar Abel Martinez. Foto: AP / Francisco Seco
El resultado del análisis de ADN deja casi resuelto el juicio de paternidad promovido por Pilar Abel que se celebrará en dos semanas. Ella sostiene que su madre, Antonia Martínez de Haro, tuvo un romance con Dalí en la década del 50 cuando trabajaba como mucama en su casa de Cadaqués y que ella es fruto de esa relación.
La historia despertaba suspicacias entre los expertos en la vida del pintor. Su biógrafo Ian Gibson recordó que Dalí era un vouyer que disfrutaba viendo cómo practicaban sexo otros, pero sin participar jamás: "Tenía aversión al contacto físico".
Dalí estuvo casado durante medio siglo con Elena Ivanovna Diakonova, Gala, con quien no tuvo hijos. Él siempre se declaró estéril. Lo decía con orgullo.
Pese a esos indicios y a la oposición de la Fundación, la Justicia avanzó con la orden de exhumación. Se concretó el 23 de julio en medio de extremas medidas de seguridad para evitar que se pudieran filtrar imágenes del cuerpo.
Narcís Bardalet, el hombre que lo embalsamó, reveló al día siguiente que los rasgos del artista se mantenían casi intactos después de 28 años. Incluso contó que su mítico bigote seguía en su lugar, "marcando las 10 y 10".
La Fundación Gala-Dalí, que se anticipó a difundir la noticia del ADN, señaló que "se pone fin a una absurda y artificial polémica". Y consignó que "la figura de Dalí quede definitivamente excluida de unas pretensiones totalmente infundadas".

Finalmente, pruebas de ADN confirmaron que Pilar Abel Martínez, una tarotista de 61 años, no es hija de Salvador Dalí, el reconocido artista.

Las pruebas descartaron de manera taxativa que la mujer tuviera algún grado de parentesco con el genio del surrealismo. Por la demanda de paternidad presentada por ella, un tribunal dispuso en julio que se exhumara el cadáver embalsamado de Dalí.

La Fundación Gala-Salvador Dalí, que gestiona el legado del artista, celebró la noticia con un comunicado en el que destacó: "La inusual e injustificada decisión judicial de practicar la exhumación se confirma como totalmente inadecuada y desproporcionada, poniendo en evidencia su total improcedencia y la inutilidad de los costes y perjuicios de todo tipo que ha ocasionado".

El pintor tendrá que ser desenterrado una vez más en los próximos días para devolver al féretro el material recogido por los forenses (pelos, parte de huesos y uñas) para llevar a cabo el cotejo genético. Así otra vez habrá que montar un operativo especial en el museo Dalí de la ciudad de Figueras (Cataluña), donde fue sepultado al morir, en 1989.

El resultado del análisis de ADN deja casi resuelto el juicio de paternidad promovido por Pilar Abel que se celebrará en dos semanas. Ella sostiene que su madre, Antonia Martínez de Haro, tuvo un romance con Dalí en la década del 50 cuando trabajaba como mucama en su casa de Cadaqués y que ella es fruto de esa relación.

La historia despertaba suspicacias entre los expertos en la vida del pintor. Su biógrafo Ian Gibson recordó que Dalí era un vouyer que disfrutaba viendo cómo practicaban sexo otros, pero sin participar jamás: "Tenía aversión al contacto físico".

Dalí estuvo casado durante medio siglo con Elena Ivanovna Diakonova, Gala, con quien no tuvo hijos. Él siempre se declaró estéril. Lo decía con orgullo.

Pese a esos indicios y a la oposición de la Fundación, la Justicia avanzó con la orden de exhumación. Se concretó el 23 de julio en medio de extremas medidas de seguridad para evitar que se pudieran filtrar imágenes del cuerpo.

Narcís Bardalet, el hombre que lo embalsamó, reveló al día siguiente que los rasgos del artista se mantenían casi intactos después de 28 años. Incluso contó que su mítico bigote seguía en su lugar, "marcando las 10 y 10".

La Fundación Gala-Dalí, que se anticipó a difundir la noticia del ADN, señaló que "se pone fin a una absurda y artificial polémica". Y consignó que "la figura de Dalí quede definitivamente excluida de unas pretensiones totalmente infundadas".




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