21/09/2017

El mundo

Tragedia en México

Trabajan en la escuela derrumbada para rescatar a Frida, una niña que está atrapada y con vida

El establecimiento educativo colapsó con el terremoto del martes dejando un saldo de 21 niños y cinco adultos fallecidos, aunque aun continuan las tareas para rescatar sobrevivientes.

El pasado martes se registró un terremoto de 7,1 grados de intensidad den México, que provocó numerosos daños incluso el derrumbe de algunos edificios, por lo que 48 horas después, se siguen realizando intensas tareas de rescate en busca de sobrevivientes entre los escombros.

Entre las ruinas de la escuela Rebsamen, donde fallecieron 21 niños y cinco adultos, los socorristas han logrado ubicar mediante un escáner térmico a una niña llamada Frida, de 8 años, que pidió agua y explicó que no se puede mover por estar atrapada entre los escombros.

Hasta ahora, 11 niños y al menos una maestra han sido sacados con vida de la escuela colapsada, mientras otros dos cadáveres fueron retirados.

"Estamos muy, muy cerca de personas que podrían estar vivas. Estamos trabajando junto con cámaras térmicas y unidades caninas", dijo por teléfono Pamela Díaz, una panadera de 34 años que desde el martes trabaja en el rescate.

Los tres pisos de la escuela quedaron hechos una pila de concreto después de que una de las alas de la escuela primaria y secundaria colapsó el martes tras un sismo.

Pedro Serrano, un médico de 29 años, fue uno de los mexicanos que se unió a las labores de rescate. Se arrastró por una grieta entre los restos del edificio. "Hicimos hoyos, luego pecho a tierra entramos", dijo Serrano.

Con muy poco espacio, se movió como pudo para ir lo más profundo posible entre los restos de la escuela destrozada.

"Logramos entrar a un salón colapsado, vimos unos sillones, unas mesas de madera", relató el doctor. "Y de allí lo primero que encontramos fue una pierna. De allí empezamos a mover escombros y encontramos una niña y dos adultos, una mujer y un masculino". Ninguno estaba vivo. Los rescatistas los dejaron ahí. No había manera de sacarlos.

Frente a la escuela corría el rumor entre una multitud de que dos familias habían recibido mensajes de Whatsapp de niñas atrapadas entre los escombros. Nadie, sin embargo, podía asegurar que fuera verdad.

Las labores de búsqueda continuaron durante la noche. Camiones llenos de voluntarios armados con picos y palas recorrían las calles oscuras de la capital mexicana. De vez en cuando algunos rescatistas que estaban en la escuela pedían guardar silencio para intentar escuchar cualquier señal de vida.

 

 

 




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