19/11/2017

Culturas

El advenimiento de la inteligencia artificial podría generar desempleo también en los sectores calificados

Así lo dijo un "Gurú" del Silicon Valley, Martin Hilbert, experto en redes digitales.
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Martin Hilbert, gurú de Silicon Valley.

Experto en redes digitales, consultor tecnológico de la Biblioteca del Congreso de los EE.UU., profesor de la Universidad de California y gurú del Big Data. Martín Hilbert es una de las mentes más influyentes del Silicon Valley. Su conocimiento sobre los desarrollos en inteligencia artificial, redes sociales, redes neuronales y computación cuántica le permiten ofrecer una visión fundamentada de los procesos que pueden tener lugar en el futuro.

Ni apocalíptico ni integrado, Hilbert advierte sobre la necesidad de diseñar cuidadosamente el camino por el cual transitar con estas tecnologías y sobre la importancia de debatir cuándo y con qué conviene apretar el freno.

Para él, estamos comenzando a asistir a una etapa de "destrucción creativa" – según el economista alemán Joseph Schumpeter – de toda revolución tecnológica que produce un proceso de reajuste en la sociedad. "Se provoca una destrucción, pero que es muy creativa: genera nuevas estructuras, empleos, sectores, pero destruye los que ya existen. Es porque las instituciones establecidas no siempre encajan bien en el nuevo contexto", explica.

Y en este marco ubica a la democracia representativa que, según su él, va a desaparecer tal como la conocemos hoy, ya que no está preparada para los tiempos del Big Data. A su vez, esta transformación abrirá grandes posibilidades a aquellos países que sepan comprenderla y utilizarla en beneficio de su gente. Es decir, a quienes puedan subirse a la ola a tiempo, en lugar de reaccionar con el agua al cuello.

—¿Hacia dónde visualiza que estamos yendo? ¿Hacia una dictadura de la información o hacia un manejo virtuoso de esta era del Big Data?

Yo creo, y espero, que vayamos hacia el aprovechamiento de estas oportunidades. Estoy seguro de que, tarde o temprano, vamos a aprender a encontrar los beneficios. La pregunta es qué tan rápido vamos hacia esa "destrucción creativa" que planteaba Schumpeter, y cuál es el precio que vamos a pagar en ese proceso. Es decir, a qué costo vamos a pasar por la destrucción antes de llegar a la etapa creativa.

Eso va a ser un cambio fuerte porque básicamente la tecnología digital organiza la sociedad. Es decir, cumplen la misma función que las instituciones: organizar la sociedad. Otra razón de ser de la democracia representativa es la de procesar la información. Se trata de elegir a un grupo de personas capaces de recoger las necesidades y deseos de esa sociedad e interpretarla para traducirla a una acción. Pero ahora, y aunque suene loco, también podemos pensar que una red neuronal, el machine learning, hacen eso mismo: toman diferentes capas de representación, aprenden las relaciones y ven cómo tomar la mejor decisión.

Esta revolución tecnológica también va a generar destrucción en los sectores más cualificados. Se encontrarán con una gran competidora: la inteligencia artificial

Esto mismo ocurre en el sector privado que está cambiando aceleradamente. Las estructuras del mercado cambiaron. Miren sino cuáles son las empresas más poderosas, las que crecen más rápido y cuáles las que quebraron; qué intermediarios desaparecieron.

Estos son cambios fuertes porque lo que hacen estas redes digitales es ofrecer maneras de organizar un mercado, una sociedad, y brindar institucionalidad.

Lo mismo pasa en el mercado laboral: allí habrá mucha destrucción. Pero esta vez, a diferencia de lo que ocurrido en las revoluciones industriales anteriores, esta destrucción no va a afectar solamente a las clases menos capacitadas, a esos trabajadores que son bastante fáciles de re-entrenar. Esta revolución tecnológica también va a generar destrucción en los sectores más calificados, como abogados, doctores, farmacéuticos. Todos ellos se encontrarán ante una gran competidora: la inteligencia artificial.

Por ejemplo, alguien que ha estudiado ciencias químicas, unos 15 años o 10 años, que es un experto, se da con que aquí, en San Francisco, hay una farmacia sin un solo empleado. En lugar de farmacéuticos, tienen robots que toman la receta del doctor y algoritmos capaces de mezclar los medicamentos y fabricarte las píldoras que necesitas.

Y ocurren que son mejores, porque estos algoritmos están conectados a Internet y están viendo interacciones en tiempo real, conocen tu historial médico mejor que cualquier doctor, pueden ver si hay alguna recomendación especial sobre cómo preparar tu medicina personalizada en función de los datos de tu historia clínica, de todos los casos parecidos al tuyo y de toda la información publicada sobre el tema.

Con lo cual, es mucho más seguro que no se puede equivoque tanto como un humano. ¿Pero qué van a hacen estas personas que han estudiado 10 años en la universidad para especializarse en farmacia si hoy en día lo hacen algoritmos y robots?

Por eso, la destrucción va a ser grande y va a llegar no sólo a aquel trabajar fácil de reentrenar, sino también a aquellos que invirtieron mucho dinero, tiempo y esfuerzo para concluir sus especializaciones. Pero tendremos que pasar por la etapa de destrucción para llegar a la fase creativa.


(Fuente: Infobae)




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