21/11/2017

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Luego de 37 años en el poder renunció Robert Mugabe, presidente de Zimbabue

Robert Mugabe envió una carta al presidente del parlamento de Zimbabue, donde expresa su renuncia al cargo máximo.
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Robert Mugabe gobernó Zimbabwe durante 37 años.

"Yo, Robert Mugabe entrego formalmente mi dimisión como presidente de la República de Zimbabue con efecto inmediato", fueron las primeras palabras que leyó Jacob Mudenda, presidente del parlamento de Zimbabue, durante la sesión extraordinaria de este martes.

La carta leída presenta la renuncia de Robert Mugabe a su cargo de Presidente de Zimbabue. Con ella, se pone fin a 37 años de gobierno.

La sesión, que había sido convocada con el fin de debatir una moción para la destitución del cargo de Mugabe, acabo entre vitoreos y gritos de alegría cuando Mudenda leyó la carta de Mugabe. El ex mandatario cuenta ya con 93 años.

Además, hubieron festejos en las calles de la capital que incluyeron un concierto bocinazos y gritos de algarabía.

La renuncia pone fin a una semana de incertidumbre sin precedentes que comenzó cuando los militares tomaron el control tras la destitución por Mugabe del vicepresidente Emmerson Mnangagwa y sus esfuerzos para colocar a su esposa Grace al frente del país.

Desde la antigua potencia colonial, Theresa May, primera ministra del Reino Unido, celebró la dimisión de Mugabe al poder y dijo que esta ofrece a Zimbabue "la oportunidad de forjar un nuevo camino libre de opresión".

Cómo se produjo la dimisión

Emmerson Mnangagwa había salido de su silencio el martes para exigir la dimisión de Mugabe.

"Invito al presidente Mugabe a tener en cuenta los llamados lanzados por el pueblo para su dimisión de forma que el país pueda avanzar", afirmó en un comunicado Mnangagwa, conocido como el "cocodrilo" y favorito para encabezar la transición política.

Mnangagwa, de 75 años, fue destituido el 6 de noviembre, por instigación de la primera dama, Grace Mugabe, con la que competía para suceder al presidente, de 93 años. Esto provocó la intervención de las Fuerzas Armadas, que controlan el país desde el 15 de noviembre.

Desde entonces, tanto el ejército como el pueblo y su propio partido, el Zanu-PF, han pedido la renuncia de Mugabe y se han manifestado en las calles para exigirla. Por su parte, el parlamento había iniciado una acción legal para discutir una "moción sin precedentes en la historia de Zimbabue", según destacó Jacob Mudenda ante los miembros de las cámaras parlamentarias. La moción era, por supuesto, una "demanda de destitución de Mugabe".

El Zanu-PF obtuvo así, por la vía legal, lo que ni los manifestantes ni el ejército habían conseguido hasta ahora.

El camino de salida

Reunida de urgencia, la dirección de Zanu-PF ya había despojado a Mugabe de su mandato de presidente de la formación y le había dado un ultimátum hasta el lunes al mediodía para dejar la presidencia del país, antes de lanzar el proceso de destitución.

Sin embargo, Mugabe había negado su renuncia anteriormente e incluso llegó a decir, en un discurso televisado, que presidiría el congreso del partido en diciembre. El Zanu-PF, había acusado a Mugabe de "haber autorizado a su esposa a usurpar sus poderes" y de "no tener ya capacidad física para asegurar su papel".

Los veteranos de la guerra de la independencia, uno de los pilares del régimen, hicieron de nuevo el martes un llamado al mandatario para que "se despierte" y dimita.

"Si no se va, pediremos al pueblo zimbabuense que salga para mostrarle el camino de salida", declaró su influyente jefe, Chris Mutsvangwa.

Al mismo tiempo, decenas de miles de personas salieron a las calles en la tarde del sábado Harare y en la segunda ciudad del país, Bulawayo (suroeste), al grito de "Bye bye Robert" o "Adiós abuelo".

El pueblo "ha demostrado claramente sin violencia su insaciable apetito" de cambio, estimó el martes Emmerson Mnangagwa, que se encuentra fuera de Zimbabue desde su destitución.




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