22/02/2018

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Denunciaron a un neurólogo argentino por violar a decenas de pacientes en Nueva York

Ricardo Cruciani, de 63 años, enfrenta varias causas en los Estados Unidos. En 2016 se había declarado culpable de delitos similares.
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Ricardo Cruciani, el nuerólogo acusado de violación.

Un conocido neurólogo argentino que trabajaba en los Estados Unidos fue acusado de violar a pacientes y de cometer otros delitos sexuales en Nueva York. Por segunda vez, Ricardo Cruciani está apuntado por la Justicia ya que en 2016 se había declarado culpable de manosear a varias mujeres en Pensilvania. Tras presentarse ante un tribunal de Manhattan, pagó una fianza de un millón de dólares y quedó en libertad.

La fiscalía del distrito de Manhattan informó que a Cruciani, de 63 años, tiene 16 cargos de violación, acto sexual criminal, intento de violación y abuso sexual agravado en contra de seis mujeres que eran sus pacientes cuando trabajó en el hospital Monte Sinaí en Nueva York, entre el 2002 y el 2014.

Según la acusación, Cruciani estaba a cargo de la división de cuidado paliativo del Monte Sinaí, donde era responsable de administrar tratamiento a pacientes con dolor crónico y debilitante causado por trastornos. Desde 2013, el especialista comenzó a abusar de al menos seis de sus pacientes, lo que incluyó besos forzados, manoseos y relación sexual no consentida.

Una de sus víctimas lo denunció en Manhattan, lo que inició una investigación por la que arrestaron a Cruciani, que recibió distintos premios por su trabajo en el campo de la neurología. El profesional perdió su licencia para ejercer la medicina después de su primera causa. En ese momento tuvo que registrarse como "ofensor sexual" y fue extraditado desde ese estado al de Nueva York para la presentación de los nuevos cargos, ante la Corte Suprema de Manhattan.

Con respecto a las acusaciones en Pensilvania en 2016, siete mujeres lo señalaron de tocarlas y besarlas sin su consentimiento. Según varios medios locales durante 12 años, al menos 17 mujeres denunciaron su conducta sexual inapropiada en Pensilvania, Nueva York y Nueva Jersey. Varias de las víctimas continuaron asistiendo a su consulta debido a que hay muy pocos médicos con su especialidad.




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