10/02/2019

El mundo

Crece el pánico por la enfermedad del ciervo zombie

Varios estados norteamericanos y algunas provincias canadienses entraron en alerta por numerosos casos de caquexia crónica en estos animales.
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Los ciervos exhiben comportamientos erráticos hasta que mueren.

En 24 estados de Estados Unidos y dos provincias de Canadá se reportaron casos de caquexia crónica (CWD) en ciervos, alces y uapitíes silvestres, de acuerdo con lo informado por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Esta mortal afección neurológica es también conocida como enfermedad del ciervo "zombie".

Este trastorno provoca una fuerte pérdida de peso en los animales y los hace caminar en patrones repetitivos, así como perder el miedo a los humanos. Identificada por primera vez a finales de la década de 1960 en un ciervo en Colorado, la caquexia crónica ha estado propagándose lentamente a otros lugares, y para enero de 2019 ya ha sido registrada en 251 condados de 24 estados. El CDC señala que también hay casos registrados en Noruega, Finlandia y Corea del Sur.

Pese a que la enfermedad aún no fue reportada en humanos, algunos especialistas han expresado su preocupación de que este mal pueda afectarlos, de acuerdo con lo informado por el sitio RT Actualidad. Así, expertos de la Universidad de Minnesota sostienen que la CWD debería tratarse como un problema de salud pública. Michael Osterholm, especialista de dicha entidad, opinó que "es probable que en los próximos años se documenten casos de humanos con caquexia crónica, asociados al consumo de carne contaminada". "Es posible que la cantidad de casos humanos sea sustancial y no se trate de eventos aislados", agregó.

El experto comparó la caquexia crónica con la encefalopatía espongiforme bovina (o enfermedad de las vacas locas), señalando que durante un tiempo los expertos no creían que pudiera extenderse a los humanos.

Se cree que la CWD se transmite a través de proteínas llamadas priones en los fluidos corporales, como las heces, la saliva, la sangre o la orina, y que pueden permanecer en el ambiente por mucho tiempo. No existe vacuna o tratamiento contra el mal, y sus síntomas pueden tardar hasta un año en aparecer. (cronica.com.ar)




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