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La dictadura boliviana expulsó del país a la embajadora de México y a dos diplomáticos españoles

La dictadura boliviana expulsó del país a la embajadora de México y a dos diplomáticos españoles
La dictadura de Bolivia expulsó del país a la embajadora de México y a dos importantes diplomáticos españoles, dándoles un plazo de 72 horas para abandonar el territorio nacional, tras el aumento de las tensiones entre estos países por el refugio de ex ministros y funcionarios del derrocado presidente constitucional Evo Morales
Jeanine Añez, quien fue impuesta como presidenta después de un sangriento golpe impulsado por grupos de civiles ultraderechistas con respaldo militar, declaró persona “non grata” a la embajadora mexicana María Teresa Mercado, así como a la encargada española de negocios, Cristina Borreguero, y el cónsul Álvaro Fernández. Además, ordenó la expulsión de los cuatro encapuchados que intentaron ingresar el viernes a la residencia diplomática del país norteamericano, donde están refugiados nueve políticos del gobierno anterior.
“Este grupo de representantes de los gobiernos de México y de España ha lesionado gravemente la soberanía y la dignidad del pueblo y del gobierno constitucional de Bolivia, la conducta hostil intentando ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia de México en Bolivia desafiando a los oficiales policiales bolivianos y los propios ciudadanos son hechos que no podemos dejar pasar”, argumentó Añez en conferencia de prensa.
El impuesto ministro boliviano de Gobierno, Arturo Murillo, afirmó el sábado que su país “abortó” un plan para sacar de la legación al exministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, brazo de derecho de Morales desde que llegó al poder en 2006.
La cancillería de España negó de manera rotunda el sábado que la visita de su personal diplomático buscara “facilitar la salida” de funcionarios del gobierno de Morales y aseguró que fue “exclusivamente de cortesía”.
En tanto, las relaciones entre Bolivia y México están deterioradas desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador le dio asilo a Morales -ahora en Argentina- y a sus ex colaboradores, en un acto que les salvó la vida porque eran buscados por los usurpadores del gobierno para asesinarlos. La embajada mexicana en La Paz indicó desde su cuenta en Twitter que “continúa la vigilancia sobre su residencia” y publicó fotografías y videos de policías bolivianos e incluso de drones que, según ella, están filmando el lugar. Por ello, México denunció “hostigamiento” y pidió a Bolivia cesar en sus tareas.
En la residencia diplomática mexicana, además de Quintana, están asilados la ministra de Culturas, Wilma Alanoca; el gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez; y el director de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic), Nicolás Laguna. Sobre cuatro de ellos pesa una orden de aprehensión emanada del ilegítimo gobierno de Añez.
Añez agregó que los lazos entre Bolivia, México y España son sólidos y serán cuidados para mantener “alianzas fuertes” entre los pueblos, pero aclaró: “No podemos tolerar el abuso y la prepotencia de sus gobernantes, que claramente tratan de encubrir y proteger a criminales que han cometido delitos de sedición, alzamiento armado y terrorismo”.
(Con información de AFP)