11/06/2021

El mundo

HORROR

El caso que conmueve a un país: El papá "Monstruo" que habría arrojado a sus hijas al mar con un ancla

Los investigadores tienen una hipótesis a partir del hallazgo de una embarcación y el cadáver de una de las menores.

Un horrendo caso estremece a España y que apunta a Tomás Gimeno, un padre que fue denominado "un monstruo" por ser el presunto responsable de la muerte de sus dos pequeñas hijas de tan sólo 6 y 1 año por venganza hacia su exesposa.


Se trata de las pequeñas Anna y Olivia Gimeno Zimmermann, que fueron secuestradas por su papá el pasado 27 de abril en Tenerife al negarse a entregarlas a su exmujer Beatriz Zimmermann. Una de las hipótesis que toma más fuerza es que las arrojó al mar.

La situación comenzó a registrarse cuando Beatriz Zimmermann había ido a la hora acordada a la casa de su exmarido para buscar a sus hijas, pero no recibió respuesta, ante lo cual llamó a Gimeno y él le dijo que habían salido a cenar y que regresaría en un rato.

Sin embargo, de acuerdo a las investigaciones, esa misma noche el hombre, de 37 años, dejó la isla de Tenerife en su barco y un día después apareció la embarcación en altamar, sin ancla, a la deriva. A partir de entonces no se supo nada de ninguna de las tres personas desaparecidas.

La situación abrió las labores de búsqueda y quedó al descubierto el fatal desenlace cuando el buque Ángeles Alvariño localizó en el mar el cuerpo sin vida de la niña mayor.

La nave se topó con un ancla encallada en el fondo del mar, atada a ella había dos bolsas, una estaba vacía y en la otra se halló el cuerpo de Olivia Gimeno (6 años).

El hallazgo ya casi no deja dudas a los investigadores sobre lo ocurrido al indicar que se presume que Gimeno drogó a sus hijas antes de arrojarlas al mar, según Clarín.

Esto es porque la Guardia Civil confirmó que en la casa del padre se encontraron varios blíster vacíos de pastillas de Lorazepam, un relajante muscular y sedante.

Ahora la entidad sigue con el rastreo marítimo a fin de localizar el cuerpo de la pequeña Anna, que presuntamente está en el fondo del mar y que podría haberse salido de la bolsa vacía, y también el de su padre, Tomás Gimeno, de quien se sospecha que pudo utilizar un cinturón de plomo de ocho kilos y que no fue hallado en la embarcación.




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