Alrededor de cientos de personas mueren tras un terremoto de magnitud 7,8 en Turquía y Siria

Un temblor se produjo esta madrugada con epicentro en el sureste de Turquía, cerca de la línea divisoria con Siria según informes de la administración turca. Se percibió en Líbano e Irak y la alerta por tsunami movilizó preocupaciones en Grecia, España e Italia.

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El saldo fatal del terremoto de magnitud 7,4 en la escala abierta de Richter que tuvo lugar este lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, ha salido a la luz hasta ahora con un total de más de 640 personas perdidas. 

Esta situación es aún más aterradora si se contemplan los devastadores efectos del desastre. Hasta el momento, continúa la búsqueda de supervivientes en los restos de la extensa zona afectada, entre los siniestros restos metálicos y los bloques de concreto destruidos.

El segundo mandatario de Turquía, Fuat Otkay, declaró que un improcedente número de estructuras habían colapso en las regiones Gaziantep y Kahramanmaras, añadiendo que entre ellas figuraba una clínica ubicada en la ciudad mediterránea de Alejandreta. 

Las autoridades sirias publicaron que varios edificios habían sido destruidos en el área norteana de Alepo y en la localidad central de Hama. Asimismo dieron aviso de que se sintieron sacudidas en Beirut y en Damasco e innumerables personas salieron rogando aterrorizadas.

Recep Tayip Erdogan, el presidente de Turquía, hizo saber en Twitter que están siendo enviados "inmediatamente" esquipes de búsqueda y rescate a las zonas que sufrieron los hechos. "Esperamos superar esta calamidad cuanto antes con el menor daño posible", agregó. Ya se ha habilitado un contingente de casi 2.800 equipos de búsqueda para auxiliar a las áreas implicadas en estos díficiles momentos.

Los habitantes de Turquía que esforzaban salir de las zonas afectadas causaron congestión de tráfico dificultando los intentos de los equipos de ayuda para acceder a los lugares que habían sido impactados. 

Las autoridades enviaron señalamientos para que las personas se abstuviesen de usar las carreteras. Las mezquitas en la localidad se ofrecían como albergue para los que no lograban regresar a sus hogares cuando apenas comenzaba el frío polar.

Inmediatamente el auxilio internacional llegó a la conciencia tras esta situación calamitosa. Desde Taiwán a Rusia y Alemania, naciones ofrecieron donar material sanitario, equipos de salvamento o dineros.