16/06/2017

El mundo

La NASA anunciará un gran hallazgo este lunes: enterate de los detalles

"Todos los anuncios de Kepler son importantes y este agregará datos sobre la existencia de exoplanetas", anticipó Mario Pérez, uno de los especialistas al frente de la misión.

Científico de la NASA da pistas sobre el hallazgo que se anunciará el lunes
Carlos Pagura
CARLOS PAGURA
La misión Kepler, lanzada por la NASA en 2009, apunta al corazón de uno de los temas más fascinantes de la ciencia: ¿Cuántos planetas existen fuera del Sistema Solar similares a la Tierra? ¿Cuántos de ellos pueden albergar vida? 
Por eso la convocatoria de la agencia espacial estadounidense para una conferencia, el próximo lunes, despertó expectativas y especulaciones en la comunidad científica. "La nueva información incluye nuevos descubrimientos. Todos los anuncios de Kepler son importantes y este agregará datos sobre la existencia de exoplanetas. Además de los científicos, va a interesar a la comunidad mundial en general", anticipa en diálogo con ámbito.com Mario Pérez, uno de los especialistas al frente de la misión, quien participará del evento.
Kepler utiliza un telescopio único especialmente diseñado para buscar planetas como la Tierra alrededor de estrellas fuera del Sistema Solar. En su momento descripto como "un sueño hecho realidad", el mecanismo para sus descubrimientos -como grafica el siguiente video- se basa en medir las pequeñas disminuciones en el brillo de una estrella que causa un planeta al pasar por delante. Ese breve oscurecimiento permite detectar su tránsito.
Sus resultados siempre dieron que hablar. Solo dos años después de partir se anotó su primer éxito resonante al hallar el primer exoplaneta en la zona habitable (la región alrededor de una estrella en la que podría mantener agua en estado líquido). "Para tener una dimensión de su relevancia, basta decir que encontró el 84% de los exoplanetas que conocemos", señala el especialista chileno. En total, reconoció cerca de 5.000 "candidatos". Ese volumen de datos revolucionó las estadísticas astronómicas.
Para Pérez, "permiten saber cuáles son las características planetarias más frecuentes. Antes se pensaba que los planetas grandes eran los más comunes, y Kepler descubrió que es al revés; los más comunes fuera de nuestro Sistema Solar son los planetas pequeños, del tamaño de la Tierra, Marte o Venus". 
De hecho, hasta puede afirmarse que las dimensiones de nuestra casa no tienen nada de extraordinarias, sino que responden al estándar. "Algunos son un poco más chicos y otros un poco más grandes, pero después de todo la Tierra no es tan única en ese sentido", apunta.
Sí lo es en cuanto a sus condiciones para albergar vida. "Cuando hablamos de similitud nos referimos a las dimensiones físicas, como el diámetro y la masa, pero llegan ser muy distintos en su geología y condiciones atmosféricas", aclara. 
Lo que parece remoto es que la NASA se disponga a anunciar este lunes nuevas pruebas determinantes de la existencia de vida. Para eso harán falta largos años de trabajo. "Vamos a tener que observarlos más tiempo y con telescopios más poderosos para determinar si los exoplanetas también son similares en los otros aspectos, ese es el desafío de las próximas dos décadas. Los candidatos para contener señales de vida son unos 26 o 27 de ellos que están en la zona habitable, a los que llamamos 'Tierras 2.0'".
Por lo pronto, la gran noticia es que, pese a una accidentada travesía, Kepler "todavía está vivo y funcionando". "Perdió varias cámaras pero todavía tiene unas 38 en funcionamiento. Además tenía cuatro ruedas para estabilizarse y solo le quedaron dos", enumera. Este último inconveniente encontró una solución simple e ingeniosa. "Utilizamos el viento solar como elemento de balanceo. Es como si uno viajara en un bote contra la corriente: si se mantiene la punta de la embarcación perpendicular a la corriente avanzará en forma directa, pero si se la mueve, comenzará a girar. Kepler está utilizando el mismo principio para que el viento solar lo mantenga apuntando de manera estable, esto nunca se había hecho". 
Aunque el mayor escollo que ahora enfrenta la misión es la falta de combustible, Pérez espera "que aguante dos campañas más, quizás tres. De esa forma estaría operativo hasta fin de año". A futuro, la gran apuesta es el telescopio James Webb, que con su súperlente podrá hacer un perfil más completo de los planetas que tienen más posibilidades de vida. 
En el final de todas las especulaciones se encuentra, una vez más, la idea fabulosa de hallar agua. "Los planetas que están a la distancia perfecta entre la estrella y su órbita son los que pueden tener la temperatura apropiada para que exista agua líquida en su superficie. Incluso, en los experimentos en la Antártida, se halló vida microscópica en agua congelada y a grandes profundidades". Como recuerda, a modo de cierre: "Cuando hay agua es muy difícil que no haya vida".

La NASA convocó a una conferencia, el próximo lunes, para anunciar un hallazgo importante y esto despertó expectativas y especulaciones en la comunidad científica mundial. 

"La nueva información incluye nuevos descubrimientos. Todos los anuncios de Kepler son importantes y este agregará datos sobre la existencia de exoplanetas. Además de los científicos, va a interesar a la comunidad mundial en general", anticipó en diálogo con ámbito.com Mario Pérez, uno de los especialistas al frente de la misión, quien participará del evento.

La misión Kepler, lanzada por la NASA en 2009, utiliza un telescopio único especialmente diseñado para buscar planetas como la Tierra alrededor de estrellas fuera del Sistema Solar. En su momento descripto como "un sueño hecho realidad", el mecanismo para sus descubrimientos se basa en medir las pequeñas disminuciones en el brillo de una estrella que causa un planeta al pasar por delante. Ese breve oscurecimiento permite detectar su tránsito.

Solo dos años después de partir se anotó su primer éxito resonante al hallar el primer exoplaneta en la zona habitable (la región alrededor de una estrella en la que podría mantener agua en estado líquido). "Para tener una dimensión de su relevancia, basta decir que encontró el 84% de los exoplanetas que conocemos", señala el especialista chileno. En total, reconoció cerca de 5.000 "candidatos". Ese volumen de datos revolucionó las estadísticas astronómicas.

Para Pérez, "permiten saber cuáles son las características planetarias más frecuentes. Antes se pensaba que los planetas grandes eran los más comunes, y Kepler descubrió que es al revés; los más comunes fuera de nuestro Sistema Solar son los planetas pequeños, del tamaño de la Tierra, Marte o Venus". 

De hecho, hasta puede afirmarse que las dimensiones de nuestra casa no tienen nada de extraordinarias, sino que responden al estándar. "Algunos son un poco más chicos y otros un poco más grandes, pero después de todo la Tierra no es tan única en ese sentido", apunta. Sí lo es en cuanto a sus condiciones para albergar vida. "Cuando hablamos de similitud nos referimos a las dimensiones físicas, como el diámetro y la masa, pero llegan ser muy distintos en su geología y condiciones atmosféricas", aclara. 

Lo que parece remoto es que la NASA se disponga a anunciar este lunes nuevas pruebas determinantes de la existencia de vida. Para eso harán falta largos años de trabajo. "Vamos a tener que observarlos más tiempo y con telescopios más poderosos para determinar si los exoplanetas también son similares en los otros aspectos, ese es el desafío de las próximas dos décadas. Los candidatos para contener señales de vida son unos 26 o 27 de ellos que están en la zona habitable, a los que llamamos 'Tierras 2.0'".

Por lo pronto, la gran noticia es que, pese a una accidentada travesía, Kepler "todavía está vivo y funcionando". "Perdió varias cámaras pero todavía tiene unas 38 en funcionamiento. Además tenía cuatro ruedas para estabilizarse y solo le quedaron dos", enumera. Este último inconveniente encontró una solución simple e ingeniosa. "Utilizamos el viento solar como elemento de balanceo. Es como si uno viajara en un bote contra la corriente: si se mantiene la punta de la embarcación perpendicular a la corriente avanzará en forma directa, pero si se la mueve, comenzará a girar. Kepler está utilizando el mismo principio para que el viento solar lo mantenga apuntando de manera estable, esto nunca se había hecho". 

Aunque el mayor escollo que ahora enfrenta la misión es la falta de combustible, Pérez espera "que aguante dos campañas más, quizás tres. De esa forma estaría operativo hasta fin de año". A futuro, la gran apuesta es el telescopio James Webb, que con su súperlente podrá hacer un perfil más completo de los planetas que tienen más posibilidades de vida. 

En el final de todas las especulaciones se encuentra, una vez más, la idea de hallar agua. "Los planetas que están a la distancia perfecta entre la estrella y su órbita son los que pueden tener la temperatura apropiada para que exista agua líquida en su superficie. Incluso, en los experimentos en la Antártida, se halló vida microscópica en agua congelada y a grandes profundidades". Como recuerda, a modo de cierre: "Cuando hay agua es muy difícil que no haya vida".




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