05/11/2018

Tucumán

Por Juan Manuel Aragón

Escapar del mundo binario

Consejos para escapar de lógica blanco/negro y huir por una salida colorida.
Escapar del mundo binario | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

EL pensamiento binario que impera en la razón humana y una posible salida.

La razón podría ser uno de los males modernos más peligrosos, incluso más que las alevosas suciedades repugnantes que se ven por la televisión. Todos tienen razón, periodistas, abogados, amas de casa, hombres, niños, mujeres, carpinteros, senadores, zapateros, curas, alumnos, talabarteros, contadores, diputados, comerciantes, sombrereros, colectiveros, profesores, meteorólogos, reposteros. En fin, elija la profesión u oficio que quiera y verá que todos tienen razón, no solamente sobre los asuntos de su trabajo sino sobre cualquier tema que da vueltas sobre la Tierra, debajo de ella, en el mar o la montaña.

Pocos se fijan en las razones de los demás, pareciera que dicen “con mi razón alcanza y sobra para que el mundo funcione”. Los demás son seres pintados en el aire que, a lo sumo, se les pide asentimiento para que digan que uno, finalmente, tiene razón. Guay del que repare: “Vistas así las cosas, puede ser que tengas razón”. ¿Por qué quieres notar que yo veo así las cosas?, ¿acaso hay otra manera de mirarlas?, ¿estás insinuando que puede haber otros puntos de vista? Y también: ¿por qué “puede ser”?, ¿no te estoy cantando la justa?, ¿por qué la indecisión?, ¡vamos!, dame la razón de una buena vez por todas, con tu tibieza me vas a hacer creer que estás con los que piensan distinto.

El Boca—River o River—Boca se impone en todas las relaciones de la vida. ¿Con cuál está usted? No vale que diga que es de San Lorenzo, Independiente, Central Córdoba de Santiago o San Martín de Tucumán. Mucho menos que diga: “Se trata de un juego de equipo y por lo tanto sería deseable que todos jueguen bien y el deporte, como ejercicio colectivo permita el desarrollo completo de sus integrantes, más allá de los azares del resultado, que no debieran interesarle a nadie”. No se atreva, porque, a continuación le dirán que está muy bien, que son palabritas finas, pero tiene que decir con quién está, ¿Boca o River? Decídase de una buena vez antes de que pensemos que es un orate digno de internación.

Según algunos las redes de internet promueven la discusión entre dos extremos bien definidos: blanco o negro, gordo o flaco, verdad o consecuencia. No hay lugar en el mundo de las computadoras o los telefonitos para las posiciones intermedias o quienes proponen otras opiniones al margen de la idea general. Macri o Cristina, globerto o kaka. Relato kirchnerista explícito o sinuoso duranbarbismo macrista. ¿Y si hubiera otro camino? No señor, a quienes proponen el pensamiento dual no les conviene estimular la inteligencia, eso conspira contra sus intereses. Si se piensa en otras opciones que no sean las dadas por las redes virtuales o la televisión, dejarán de vender dentífrico, pan francés, autos, fideos, arroz, mayonesa, pantalones, computadoras, roperos, sillones, motores, aire embotellado y todos los productos que hay en el redondo mundo, con o sin código de barras en el envase.

Cuando le pidan que elija entre una u otra opción, piense siempre que ya no es un niño para que le pregunten a quién quiere más, ¿a su papá o a su mamá? Si entonces esa bobería lo llenaba de perplejidad, cuánto más ahora, que ha crecido, que es un hombre hecho y derecho. Que no le vengan con falsas opciones. Ante la pregunta: “¿Con quién te quedas, con Marx o John Locke?”, responda “sopa”. Deje que los otros queden confusos sobre su respuesta. Y sobre todo, no se sume a la algarada general de quienes piensan que la vida son dos caminos que se abren todos los días sino una infinidad de senderos sinuosos que nadie ha hollado jamás.

Termine con el pensamiento dual, ¿nafta o gasoil?, ¿pan francés o bizcochos?, ¿dulce o salado?, ¿peronistas o radicales?, ¿Santiago o Tucumán?, ¿frío o calor?, ¿tira o vacío? Y empiece a pensar que en todo puede haber —y de hecho hay— terceras, cuartas, quintas, infinitas opciones para escapar de un mundo binario y por lo tanto viejo, pasado de moda, antiguo, infantil. Si al principio no puede huirle, si duda de todo estará en el buen camino. Lo demás es no seguir ninguna huella conocida o galopiar contra el viento, como quería Atahualpa, por las dudas. ©JuanManuelAragón

 

 

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